Sobre el césped del Olímpico de la capital romana, Roma y Lazio alcanzaron un empate firmado con goles de Hernánes (16') y
Francesco Totti (pen. 56').
Un resultado que los deja a los albicelestes quintos, pero ahora
solos y con 51 unidades, mientras que la Loba suma 48 puntos y mantiene su
séptima posición en la clasificación.
Fue con una buena contra que Lazio metió el 1 a 0 al cuarto de hora,
pero casi todo el mérito fue de Harnánes, quien recibió por el carril
del diez, apenas por derecha, un cambio de juego corto de Lulic desde la
izquierda, controló con calidad, enganchó de derecha y de zurda,
prácticamente parado, le pegó realmente con un fierro, clavando el
esférico cerca del cruce de los palos a la derecha de Stekelenburg.
La desventaja aturdió de manera evidente a los muchachos de la Roma, mientras que en Lazio lograron crear otro par de chances de gol, con Hernánes y
Lulic, entre los mejores del partido y protestaron justamente por un penal no cobrado por falta de
mano, todo eso sin concederle prácticamente más nada a Roma, que se
asomó sólo en los últimos segundos con un gran disparo desde la
distancia de Totti, bien neutralizado por Marchetti.
En el entretiempo no hubo variaciones y así el guión no cambió, tanto
que era el "visitante" el cuadro que seguía controlando y jugando
mejor pero al 5' de la segunda etapa un episodio lo cambió todo:
Marquinhos, con gran ingenuidad, controló el balón en el área con un
brazo y le regaló un penal a Lazio, que Hernánes no supo aprovechar
disparando afuera.
El yerro del brasilero desde los once metros fue como una inyección
de confianza para los giallorossi mientras que aturdió un poco a Lazio y muchísimo a su
volante ofensivo quien, en efecto, poco más tarde fue protagonista en
negativo, bajándolo de manera inútil y torpe a Pjanic en su área al
décimo minuto.
El referí cobró justamente el penal, que Totti, a diferencia de su
rival brasilero, no falló, anotando con un disparo certero y poderoso al
ángulo bajo a su izquierda: fue su noveno gol en un clásico de Serie A,
lo que le permite treparse al primer escalón de esa especial tabla de
goleadores.
El match se equilibró no sólo en el marcador, también en cuanto
al juego y, en realidad, paulatinamente la Loba fue tomando el dominio y tuvo las mejores chances para
ganarlo, primero con un tiro libre de Totti muy peligroso y, después del
rebote concedido por Marchetti, con una doble chance para Florenzi,
quien podía y debía obtener mucho más que un disparo encima del portero
rival y luego un centro directamente afuera.
Despues, Totti puso un centro desde el córner y Lamela,
entrando totalmente solo por derecha, conectó a pocos pasos desde la
línea del arco, pero increíblemente él terminó en la red y el balón
salió por arriba de la horizontal.
Lazio siguió haciendo su partido y no
desmereció, jugando y creando también en inferioridad numérica si bien,
claramente, en ese momento jugó especialmente de contra sin embargo,
fue Roma quien creó las mejores chances, casi siempre por mérito de las
invenciones de Totti, quien supo ser decisivo aunque sin brillar como
en otras ocasiones.
De todas maneras, a pesar de su buen empuje final, la Loba no supo
encontrar la vía del gol y tuvo que conformarse con una igualdad, que
claramente le viene mejor a los albicelestes, parados más arriba.
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