Por tercer año
consecutivo el Real Madrid quedó eliminado a las puertas de la final de la Liga de Campeones,
en esta ocasión por un enorme Borussia Dortmund al que no tumbó la épica
madridista en el intento de remontada para levantar el 4-1 que encajó
en la ida.
En el Real Madrid, los jugadores fueron fieles a la
historia y se entregaron al máximo. José Mourinho optó por desmarcarse
de una campaña que creó un ambiente mágico en el Santiago Bernabéu, el técnico portugués optó por
hablar de fútbol.
A
la heroica, el Real Madrid destapó el mejor juego de la temporada, pero los alemanes siempre fueron
superiores, la necesidad de golear dejaba a Mourinho con la obligación
de inventar algo nuevo y su apuesta fue el toque.
Con un ritmo endiablado, dinámico, vivo, rápido, resonaba
en la grada el "sí se puede" mientras el empuje blanco encerraba al
conjunto alemán y Jürgen Klopp se desesperaba en la banda pidiendo que
adelantasen líneas y no reculasen, a los cuatro minutos Higuaín tuvo una de esas
oportunidades que nunca puede fallar un nueve matador, perdonó abajo el
mano a mano ante Weidenfeller, la mentalidad que le faltó a los
jugadores madridistas en Alemania la exhibían en el Bernabéu, la dureza
que faltó con Lewandowski cuando marcó cuatro goles, se vio hoy con
Ramos dejando recados en cada balón aéreo y Coentrao por abajo, el
polaco se marchó al vestuario sin saber si estaba en un campo de fútbol o
un ring de boxeo, a los14 minutos se fué Gotze, llegaba
con molestias y no pudo seguir, un minuto antes Cristiano controló en carrera y
remató en el aire al cuerpo del portero alemán, después
llegó la tercera clara, Özil, que estaba en todos los lados, pudo
asistir a Ronaldo o rematar, engañó con el cuerpo a todos y disparo fuera
ajustado al palo, los intentos de
Cristiano, un eléctrico Di María y Özil no encontraban puerta, las
oportunidades fueron desapareciendo y el primer acto se cerró con una
falta a las nubes de Cristiano, el portugués jugó lesionado, cojeaba cuando andaba pero cada vez que lanzaba la carrera se olvidaba
del dolor de su lesión muscular, su esfuerzo no encontró premio.
Lewandowski
tuvo dos oportunidades en un solo minuto, la primera remató mal por
un bote extraño, tras el pase de la muerte de Blaszczykowski, la segunda
la culminó en carrera con un disparo violento que repelió el travesaño, los
nervios comenzaban a apoderarse del ambiente. Higuain dejó su puesto a Benzema, entró también
Kaká buscando recuperar el dinamismo, Xabi Alonso estuvo
desaparecido, el Madrid perdía la batalla del centro del campo y
Diego López tuvo que salvarlo con un paradón a Gundogan,
que tenía la portería para marcar a placer y se topó con la estirada del
portero gallego.
A falta de ocho minutos para el
final, Özil vió la carrera de Modric, que asistió a Benzema (83'), fué la
resurrección blanca, el Madrid acabó encerrando a su rival, buscando a la desesperada el pase a la final y lo rozó, Sergio Ramos
dejó dos testarazos y al tercer intento, metió un zurdazo a la red que
dejaba todo a falta de un gol en los cinco minutos de tiempo añadido, el
Borussia mató el partido y el Real Madrid chocó contra el muro alemán
para morir de nuevo en la orilla.
La "décima" tendrá que esperar, quizá
ya sin Mourinho, que llevaba razón cuando en los primeros pasos del
torneo señaló al conjunto de Dortmund como un candidato al título.
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