Cruz Azul derrotó a Santos por 1-0, resultado que pone a La Máquina en la
frontera de la Liguilla del Torneo Clausura 2013.
La penúltima jornada de la fase regular en el presente torneo arrojó
uno de los platillos más exquisitos en este encuentro, en el que no
solamente se rubricó de forma virtual el pase de Cruz Azul a la
Liguilla, sino que los Guerreros vieron frenado su impactante racha de 9
partidos sin conocer la derrota.
Con este resultado, los de La Noria llegaron a 26 puntos, mientras
que la escuadra lagunera arribó a 29, prácticamente sin posibilidades de
pelear por el liderato.
Desde que el árbitro hizo sonar su silbato, Cruz Azul se lanzó a
devorar de un bocado a su rival, que presentaba una alineación mixta
entre titulares y suplentes pero que plantó cara a La Máquina.
El portero Oswaldo Sánchez se convertiría
rápidamente en factor al atajar dos mano a mano frente a Christian
Giménez, principal beneficiario de los huecos que le dejaban los trazos
sin balón por parte de Mariano Pavone, la caldera en el Estadio Azul ya
calentaba, aunque la desesperación empezaba a corroer a la escuadra
local.
Darwin Quintero haría una jugada
de antología a los 14' con un pase filtrado entre tres defensores
celestes, Hérculez Gómez sacaría disparo colocado que José de Jesús
Corona atajaría dramáticamente.
El propio Hérculez Gómez se encargó de otra gran jugada de
peligro por parte de la visita en el primer tiempo cuando, a los 32',
estrelló un envío en el poste.
La última pieza en la fiesta de la primera parte llegó a los 35'.
Christian Giménez se sacó la espina de sus dos yerros anteriores y,
con un cabezazo en tiro de esquina, desecharía toda la frustración de
Cruz Azul concentrada en un balón que acabó en las redes para abrir el
marcador por fin.
Santos salió al complemento con la mentalidad de verse favorecidos
por el destino: a pesar de todo el vértigo y todo el empuje celeste,
"solamente" un gol era el recuento de los daños, el encuentro estaba al
alcance, entonces los dirigidos por Guillermo Vázquez pusieron de su parte
para un inminente despertar albiverde, los Cementeros salieron apáticos
y estuvieron lejos de regresar el peligro a la portería visitante.
Solamente la pésima puntería de Andrés Rentería impidió que los
coahuilenses salieran con una sonrisa de la Capital, el colombiano se
vió fatal en el área chica y nada menos que en dos ocasiones.
El encuentro recuperó dramatismo en los últimos minutos, pero la
hazaña no se dió para los de Pedro Caixinha, el silbatazo final del
árbitro, más que la tristeza lagunera, significaba una tragedia para el
aficionado al futbol, que veía cómo se extinguía uno de los partidos más
espectaculares de este torneo.
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