El Levante se impuso al Sevilla por 1-0 y puso fin a una racha de
siete partidos sin ganar en Liga en un partido poco vistoso pero en el
que el conjunto local fue superior a un rival sin mordiente y anodino.
En
los primeros compases del partido ni levantinistas ni sevillistas
lograron hacerse con el mando del juego y aunque era el Sevilla que
llevaba ligeramente iniciativa, el Levante se suele desenvolver con más
comodidad en esa situación.
De hecho, el partido fue de ida y vuelta en los primeros veinte minutos,
con acercamientos al área rival de los dos equipos sin que el centro
del capo de ninguno de los dos contendientes lograse poner un poco de
tranquilidad y orden al juego.
Al contragolpe, el Levante
dispuso de las mejores opciones de gol de la primera media hora de
partido, pero el meta sevillista Beto resolvió con acierto, primero en
un cabezazo de Iborra y luego en una acción del italiano Acquafresca,
mientras que un cabezazo de Juanfran se perdió por encima del larguero.
Conforme
pasaban los minutos el Levante se encontraba más cómodo, empezó a
sujetar bien al Sevilla y mantenía su presencia en al área rival hasta
que un disparo desde la frontal del área de Rubén García (40'), ajustado al
palo, abría el marcador a cinco minutos del descanso.
Tras un buen arranque del Levante en la segunda parte, el partido entró
en una fase anodina, sin que ninguno de los dos equipos mandase sobre el
campo, aunque paulatinamente el Sevilla pareció reaccionar pero con
cierta timidez.
Sin embargo, de la mano de Pedro Ríos el equipo local volvió a
recuperar el protagonismo en el partido e inquietar de nuevo la portería
de un Sevilla que con la entrada del chileno Medel en el centro del
campo trató de dar más consistencia a su centro del campo.
En los últimos veinte minutos el partido se rompió y entró en una
fase con entradas duras en ambos bandos, el Sevilla se mostraba nervioso
y en busca del empate ante un levante que no lograba matar el partido
con un segundo gol.
Ese tanto pudo llegar a diez minutos
del final pero Beto hizo la parada de la noche ante un disparo cercano
de Rubén, mientras poco después que Negredo falló casi a puerta vacía
tras una sobresaliente intervención del uruguayo Munúa tras dispar de
Jesús Navas.
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