En el primer partido de la vigésimo novena jornada de Serie A,
Catania le ganó de local en el Massimino a Udinese por 3 a 1, gracias a
un doblete de Alejando Gómez (49' y 67') y un tanto de Francesco Lodi (71') los
albinegros, por su parte, descontaron con un gol de Luís Muriel (81').
De esta manera, los sicilianos se treparon momentáneamente al séptimo
escalón, en el que se ubican con 45 unidades, mientras que los
friulanos se quedaron novenos con 41 puntos.
Fue un éxito merecido, porque el local jugó mejor y argumentó la
victoria con buen fútbol y creando muchas ocasiones, lo curioso fue que
pasó todo en el complemento.
El partido estuvo muy equilibrado y
trabado, si bien la calidad de la maniobra y la atención táctica de
ambos equipos hicieron que el juego no fuera muy aburrido, a pesar de la
ausencia de ocasiones de gol.
En los primeros 45 minutos, en efecto, se contaron pocas chances y el
trámite se desarrolló especialmente en el medio de la cancha, en donde
los dos cuadros paraban muchísmos jugadores.
En la segunda etapa el encuentro se abrió por mérito del anfitrión,
que bajó muy decidido a cambiar ritmo y ya al cuarto pasó en ventaja con
Gómez, el "Papu" entró por el carril del "diez", tocó
para la entrada por derecha de Castro y se metió en el área para buscar
el pase de su compañero, que llegó puntual y preciso para que Gómez
anotara clavándola a lado del palo.
Udinese tuvo el demérito de reaccionar tímidamente, sin
mucha convicción y sin salir a buscar con coraje el empate, así, los
azulgrana pudieron administrar con inteligencia el partido, para luego
buscar el golpe del nocaut con aceleraciones inteligentes y de gran
nivel técnico.
El 2 a 0 llegó al 22', con una jugada "enorme" de Catania: Castro
metió un par de gambetas cerca del vértice derecho del área y al momento
justo la largó para Barrientos, quien se fue para el fondo y con
calidad dibujó un centro perfecto para que Gómez, con mucha habilidad,
cabeceara al gol.
El partido ya lucía cerrado, pero Lodi, con algo de suerte, se ocupó
de liquidarlo de manera definitiva, anotando con un tiro libre desde la
larga distancia que pegó en la barrera y de metió abajo del travesaño,
sin dejarle chances de atajar al portero visitante.
Sobre el final, Udinese sacó algo de orgullo y buscó con
continuidad un gol para "salvar el honor", que anotó con una buena
iniciativa de Muriel, quien tiró una gran gambeta al límite y sacudió un
derechazo rasante y cruzado, inatajable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario