Sampdoria le ganó 2 a 0 de local en el Marassi de Génova a Chievo,
gracias a los goles de Andrea Poli (33') y del brasilero Eder (83'), el resultado fue sin dudas justo, porque el local fue más y mereció
el triunfo, que argumentó con una buena actitud, un fútbol interesante y
algunas ocasiones de gol.
Sampdoria, aunque sigue careciendo un poco de fantasía y creatividad, no
pudo crear muchas ocasiones, pero de todas maneras, con velocidad y una
táctica bien preparada, logró abrir espacios y le dio algún susto a
Chievo, hasta que, al minuto 33, Poli recibió al límite del área, algo
por izquierda, se la acomodó para la derecha y con un toque fino la
colocó a lado del palo más lejano.
Con la ventaja, el equipo de Rossi retrasó su posición para poder
jugar un poco más de contra, impostación que prefiere especialmente para
poder aprovechar al máximo de la velocidad de sus delanteros, en
particular la de Icardi, pero esa actitud terminó por darle más espacio a
Chievo, que así logró cerrar la primera etapa al ataque, rozando el 1 a
0 con un gran derechazo de Guana, que Romero sacó al córner.
El complemento comenzó con gran equilibrio pero con el mismo
planteo de los minutos finales, es decir con el local atrasado para
jugar de contra y el conjunto de Verona empujando para empatar, pero sin
lograr penetrar fácilmente la defensa rival.
Al 10' finalmente le salió una buena contra a Sampdoria, con
un pelotazo largo que Icardi pudo aprovechar para escaparse con toda su
velocidad, pero cuando el argentino se la esteba llevando para dejar a
sus espaldas a los últimos dos defensores rivales llegó el arquero,
Puggioni, quien muy afuera del área llegó totalmente a destiempo y
lo bajó directamente, con la clara intención de parar a su adversario.
Todo el estadio esperaba la roja, pero el referí optó por una
amarilla, determinando los festejos de algunos jugadores de Chievo que
se alegraron casi como si hubiesen anotado un gol, lo que dibuja con
toda claridad la notable ventaja que sacó la visita con ese episodio, el argentino tuvo que salir de la cancha por el golpe
sufrido y así la Samp perdió a su delantero más importante.
Por Icardi entró Eder quien tuvo realmente
un gran partido, tanto que a menos de diez minutos para el final, en el
que era probablemente el mejor momento de los azul y oro el brasilero concretó una contra
algo parecida a la de su compañero argentino, encaró mano a mano a
Puggioni y definió con un buen diagonal derecho, liquidando el desafío.
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