Al revisar el cómo se movió el marcador, se podrá comprender por qué el arquero Ochoa no tuvo oportunidad de salvar al Ajaccio de caer: el
primer tanto del juego al minuto 38 fue provocado por un autogol de
Poulard al empujar el balón a su arco cuando intentó interponerse en
la trayectoria de un centro raso que se paseó por el área; el 0-2 y el
0-3 llegaron por conducto de Dimitry Payet (67' y 74'), con un cabezazo en el área
tras un cruce que lo dejó sólo frente a las redes y con un rayo de
derecha que despedazó toda reacción del portero mexicano.
Fue Chahir Belghazouani el que marcó el tanto de la honra para los de Córceca al minuto 76, cuando controló en el área y definió de derecha, con parte interna al ángulo en un gol con mucha clase.
Se notó la carencia del Ajaccio en el rubro ofensivo, pues cuando tuvo la necesidad de pisar el acelerador para remontar el marcador adverso, únicamente se dedicó a errar intentos, con una circulación muy parca, repetitiva del balón, sin velocidad ni amplitud por las bandas, aunado a esto, los errores defensivos, el autogol de Poulard y los descuidos en la marca y en la salida que habilitaron en inmejorable posición a Payet, terminaron por fastidiar la esperanza de conseguir un buen resultado.
De esta manera, Ajaccio se queda en la 13va posición con 29 puntos, a seis puntos de los puestos de descenso, situación aceptable, más no confortable, en la jornada 27, se medirán ante el Bastia como visitantes.
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