La Juventus,
líder de la Serie A italiana, cayó en casa por
2-1 ante una Sampdoria de diez jugadores, en la 19ª jornada del
campeonato, donde un doblete del argentino Mauro Icardi (52' y 68') en la segunda
parte permitió a los genoveses la remontada.
Fue
la primera gran sorpresa del nuevo año en el "Calcio", en un partido en
el que Sebastian Giovinco adelantó en el 24' de penal a la "Vecchia
Signora", pero en el que el Sampdoria (14º) remontó en la segunda parte.
El primer gol del joven rosarino de 19 años llegó en el 52', con un certero remate que se vió acompañado de un error del arquero Gianluigi Buffon, mientras que el segundo llegó en el 68', con un fuerte derechazo ante el que nada pudo hacer el veterano portero.
No se vió la Juve que conocemos, probablemente debido a los muchos
cambios forzados por la mala condición física de algunos protagonistas,
la lesión de Chiellini y la suspensión de Lichtsteiner, sin embargo, el
conjunto de Conte falló sobre todo mentalmente, jugando con una errada
actitud.A todo eso, Sampdoria se defendía muy bien y parecía poderse mostrar con peligro de contra, aprovechando del talento de Eder y de la velocidad de Icardi, sin embargo, los blucerchiati tuvieron que hacer las cuentas con Berardi, quien les jugó en contra.
Al minuto 23, al final de una gran jugada del local, que Marchisio había desperdiciado con un mal control, el defensor doriano inexplicablemente tiró una patada muy dura desde el piso, a pesar de que su rival estaba de espaldas, y lo bajó claramente cometiendo un penal, Giovinco, desde los once pasos, no falló y anotó.
Pocos minutos más tarde, el mismo defensor sin ningún sentido salió a presionar muy arriba, a setenta metros de distancia desde su propio arco y por encima sobre la línea lateral, y terminó por pegar otra patada muy dura y totalmente fuera de tiempo, que le costó la segunda amarilla y por ende la roja.
El cuadro visitante regresó con todo a la cancha y en siete minutos igualó: mérito de Icardi, quien se escapó muy bien para recibir un pelotazo largo, le sacó un par de metros a su adversario y de derecha le pegó muy fuerte, todo fue culpa de Buffón, quien cometió un evidente error en ocasión del remate de su rival, que era muy central y hubiese sido fácil de atrapar, de no ser por un error tremendo del portero que dejó escapar el balón.
Sampdoria tuvo otra chance para anotar, nuevamente con Icardi, quien esta vez definió bárbaro sin dejarle chances a Buffón de atajar, el delantero se ganó el espacio con un gran movimiento, lo dejó pagando a Peluso, recibió el cuchillazo de Obiang y de derecha le pegó prácticamente con un fierro, clavándola abajo del travesaño con el balón que pasó cerca del primer palo, en diagonal, desde abajo para arriba: en suma, el gol perfecto del manual de "Gullit".
Juventus terminó el partido atacando con todo, pero con la cabeza
baja y con demasiados nervios más que con ideas y jugadas construidas, Sampdoria se defendió muy bien
y no le concedió nada más a Juventus, mereciendo así el triunfo.
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