Los pupilos de Pepe Mel, una vez más al contragolpe, se hicieron con sus primeros puntos del año en un partido en el que les bastó el instinto de su goleador, Rubén Castro (44'), que ya suma diez tantos, para marcar el primero y un claro error en un pase local para que el recién ingresado en el campo Jorge Molina (58') lograse el segundo y dejara el partido prácticamente sentenciado.
Sin embargo, a partir del minuto treinta el conjunto aragonés gozó de sus mejores momentos en la primera mitad porque consiguió combinar con acierto y encontrar huecos que antes no había en la defensa del equipo verdiblanco y también porque en la estrategia superaba a su rival, que pasaba por muchos apuros.
Hasta en cuatro ocasiones el conjunto de Manolo Jiménez estuvo cerca del gol, pero en ninguna consiguió rematar ya que la defensa del equipo andaluz estuvo muy rápida para evitarlo.
En pleno dominio del Zaragoza, el equipo de Pepe Mel consiguió enlazar un rápido contragolpe, en el minuto 45, con un balón a Rubén Castro, que lo aprovechó a la perfección para adelantar a su equipo en el marcador en el primer disparo entre los tres palos de los dos contendientes.
En el inicio del segundo periodo Jorge Molina, que acaba de entrar en el terreno de juego, falló una clara ocasión para haber puesto el 0-2, pero dos minutos después, en el 58', no perdonó un error en la entrega local en zona defensiva para anotar.
El Real Zaragoza intentó inquietar a su oponente adelantando más sus líneas, pero eso traía consigo más huecos y peligro por la velocidad de las contras del conjunto sevillano, que pudo anotar el tercero en el 70' con una doble ocasión de Rubén Castro que abortó el meta local Roberto.
Siete minutos más tarde, Paco Montañés reavivaba la llama de la esperanza al hacer subir el 1-2 al marcador, pero solo fue un espejismo porque en el tiempo restante el Zaragoza no creó ninguna ocasión para haber rescatado al menos un punto, peor aún cuando Alvaro se fué expulsado ya en el minuto final.
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