Nápoli le ganó por 2 a 1 al Parma,
gracias a los goles de Marek Hamsik (20') y Edinson Cavani (85'), a pesar del
momentáneo empate sufrido por un gol en contra de Paolo Cannavaro (74'), es la
primera vez en este campeonato que los azul y oro pierden en casa.
Con este resultado, el Burro suma 46 puntos en la tabla y así se
aleja de Lazio,quedando segundo en soledad, y al mismo tiempo se acerca
al líder Juventus; el local, en cambio, tras esta vigésimo segunda fecha
se quedó con 31 unidades y ahora se ubica en la mitad de la tabla,
décimo.
Fue un partido muy entretenido y siempre abierto, decidido al final
por la mayor categoría de los celestes, que supieron ser más efectivos y
buscaron con mayor decisión el triunfo, empujados por motivaciones muy
diferentes (y superiores) respecto a las de su rival.
Empezó algo mejor la visita, que en efecto pasó
en ventaja con mérito al minuto 20 gracias a un gran pase de gol de la
figura de la cancha, Dzemaili, quien metió un perfecto pase para la entrada por izquierda de Hamsik: el eslovaco se alargó para alcanzar el balón y definió con un derechazo
cruzado inapelable.
Parma, con mucho orgullo y usando toda su buena calidad, salió a
buscar con todo el empate y logró arrinconar al Burro, creando una serie
de ocasiones clamorosas.
Curiosamente, a pesar de ese primer tiempo brillante y de las muchas
ocasiones de gol sumadas por un lado y por el otro, los primeros 45
minutos se cerraron sin más anotaciones, lo que le dió la oportunidad a
la visita de regresar a la cancha en el complemento con una actitud más
atenta y mayormente centrada en salir de contraataque.
Así, por unos veinte minutos los celestes controlaron con eficacia y
solidez el desafío, que siguió intenso y bien jugado pero ofreció algo
menos al espectáculo, luego Sansone encontró el carril justo para escaparse
por izquierda y puso un centro bajo hacia el área chica, que Cannavaro,
con mucha mala suerte, desvió con los tapones de su botín hacia su
propio arco, anotando en contra el 1 a 1.
Nápoli sintió un poco el golpe, pero retomó el control del juego y empezó a atacar nuevamente
con todo. Cavani tuvo una excelente chance para anotar, habilitado muy
bien por Dzemaili en una jugada muy parecida a la del tanto de Hamsik, parecía una tarde maldita para el Matador pero faltando cincopara el final, Insigne dibujó un gran cuchillazo para el
uruguayo, quien picó bárbaro al límite del off-side, con el control de
derecha lo gambeteó a Mirante y de zurda la mandó a guardar en el arco
libre, una anotación que decidió el partido y acerca a Nápoli a la cima.
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