En la Rosaleda y tras un minuto de silencio por el niño fallecido en Cabalgata, un discreto Málaga venció con goleada (4-1) y acabó con el sueño de un Eibar que se vió en
cuartos de final de Copa hasta el último cuarto de hora del encuentro, la aparición de los pequeños del equipo blanquiazul, en especial
Buonanotte, bastó para pasar de eliminatoria, aunque sufrió en exceso.
El conjunto armero no pudo con el poder ofensivo del
cuadro de Manuel Pellegrini, el Málaga espera, a priori, al Barcelona.
La primera parte fue un auténtico despropósito por parte del Málaga y
una lección de hambre por la del Eibar, conjunto ordenado, el bloque armero buscó con ataques muy rápidos la meta de Kameni, los
de Pellegrini tenían la pelota pero apenas sabían qué hacer con ella, poca hambre en los blanquiazules, que se veían en cuartos hasta que Arroyo (12') silenció La Rosaleda con la colaboración de Kameni y Jesús Gámez.
El
Eibar se mostró imperturbable ante la penosa imagen del Málaga, que
tardó 26 minutos en tirar a puerta. Sólo Saviola dispuso de una ocasión
clara.
La segunda mitad fue otra cosa, el Málaga fue a más y cercó la meta de
Irureta, sobre todo desde que entraron Demichelis y Portillo, con más
empuje que buen juego, el cuadro local avisó con un disparo al palo de Saviola, el
1-1 estaba al llegar, aunque el Eibar tuvo en sus manos el segundo con
dos contras que anudaron las gargantas de los aficionados malaguisas.
Tuvo que aparecer Buonanotte (74') para desenredar la madeja vasca, en una gran conexión con Saviola para batir a Irureta, luego, le puso a Seba Fernández el segundo (77').
La sentencia la puso Portillo (82'), que anotó de cabeza una gran jugada de Monreal y aún hubo tiempo para disfrutar de una "delicatessen" de Buonanotte (90').
Quizá excesivo premio para el Málaga ante un muy meritorio Eibar, que
acabó con diez por expulsión de Guille Roldán, deberá mejorar mucho el
Málaga copero si quiere hacer daño al Barcelona en cuartos, que casi seguro
eliminen al Córdoba.
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