En el primer partido del 2013, disputado en el estadio Massimino de
Catania, el conjunto local y Torino igualaron sin goles, de manera que
los sicilianos suman 26 puntos y comparten momentáneamente con Parma el
octavo escalón, mientras que los granates por ahora siguen 13vos
pero con 20 unidades.
En el partido, el local, a pesar de jugar con hombre de
menos desde el 13', por una reacción estúpida de Lodi que
le costó la roja directa, fue mucho más que su rival y cosechó las
mejores ocasiones, como el penal que falló Bergessio al 23'.
Sin embargo, como demuestra el resultado, los sicilianos tuvieron la
culpa de no saber aprovechar como debido de la enorme mole de juego que
construyeron, aplastando a un Toro que, paradójicamente, se apagó con la
superioridad numérica y no logró salir de su propia mitad de la cancha
por todo el primer tiempo.
En el complemento la visita mejoró, empujada por los gritos de
Ventura: el técnico, incrédulo por todos los primeros 45 minutos, debe
haber gritado como un lobo en los vestuarios, porque su equipo bajó con
otra actitud y mejoró muchísimo, logrando también crear algún peligro.
Pero Catania, gracias especialmente a la increíble labor de Almirón e
Izco en el medio de la cancha, supo aguantar sin sufrir demasiado el buen momento de su rival y
luego salió nuevamente al ataque, para cosechar otro par de chances que
otra vez más no se vieron concretizadas.
Ambos técnicos utilizaron todos sus cambios, el visitante para buscar
abrir espacios y el anfitrión para contrastar las movidas de su colega,
arreglando cada vez a su equipo según a como se ponía el encuentro y a
como mermaban las energías de sus muchachos.
Al final, los dos cuadros tuvieron que conformarse con compartir el
botín, un resultado que por como se puso el encuentro le cabe bien a los
azulgrana mientras que lo deja a Torino casi como después de un
papelón.
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