El Liverpool cayó goleado en Anfield frente al Aston
Villa (1-3), en un encuentro que deja al conjunto del uruguayo Luis
Suárez en la mitad baja de la tabla de la Premier League.
Tras diecisiete jornadas, los Reds se mantienen con 22 puntos y
descienden hasta la duodécima plaza, a cuatro puntos de los puestos
europeos, una frontera que marca el Tottenham.
Los de Brendan Rodgers rompieron una racha de tres victorias
consecutivas que había llevado al técnico norirlandés a señalar que su
equipo aspira a acabar la liga en uno de los dos primeros puestos de la
clasificación.
El Aston Villa, sin embargo, plantó cara
desde el inicio con una defensa dura y una táctica orientada a ceder el
balón al rival hasta que se presentara la ocasión de sorprender en
velocidad.
Así lo hicieron los de Paul Lambert a la media hora de juego, cuando el
centrocampista australiano Brett Holman dejó un balón en corto hacia el
congoleño Christian Benteke (29') al borde del área.
Todos pensaban que Benteke probaría a pasar el balón a alguno de sus
compañeros que trataban de desmarcarse cerca de la meta local, pero el
extremo supo leer la situación y descerrajó un tiro al palo izquierdo
desde más de veinte metros que encontró a Reina descolocado y selló el
primero de los visitantes.
Al más puro estilo inglés, el Aston Villa sabe combinar una poblada
defensa con un contragolpe veloz y letal cuando el rival se confía.
Precisamente eso les sucedió a los de Rodgers cinco minutos antes del
descanso, cuando parecía más cerca que nunca el empate: un latigazo de
los visitantes puso el partido definitivamente cuesta arriba para el
Liverpool.
En unos pocos pases que descolocaron a la
última línea de los locales, el balón terminó en el interior del área,
en los pies del austríaco Andreas Weimann (40'), que remató al primer toque el balón a la red del guardameta español Pepe Reina.
Rodgers se quedó helado en la banda a los cinco minutos del segundo
tiempo, cuando Benteke (51'), uno de los jugadores más destacados del
encuentro, plantó el tercero en contra de los locales en Anfield.
El congoleño, de 1,90 metros de altura, controló el balón en el centro
del campo e inició una carrera hacia el área que ni el galés Joe Allen
ni el eslovaco Martin Skrtel, que le esperaban en las cercanías de la
portería local, supieron frenar.
Ante la incapacidad para detenerle de los defensas, que se cuidaron
de no cometer penal sobre el atacante del Aston Villa, Benteke tuvo
oportunidad de disparar al filo del área pequeña un balón que superó a
Reina por tercera vez .
El Liverpool continuó dominando el
balón y dispuso de algunas oportunidades para recortar distancias, pero
los Reds no encontraron la fortuna necesaria para superar al guardameta
estadounidense Brad Guzan hasta que Steven Gerrard, a cuatro del final,
acertó a anotar el tanto del honor para los locales.
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