La Universidad Católica de Chile pudo ganarle a
Independiente, en Argentina, pero le sienta bien el empate 2-2 que
consiguió en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa
Sudamericana.
Un saque de falta, un
preciso cabezazo de Enzo Andía (2') tras superar en el salto al argentino
Roberto Battión, y el esfuerzo inútil del arquero Hilario Navarro
escenificaron la apertura del marcador para el conjunto chileno a los
tres minutos de juego.Los esquemas tácticos defensivos y
las estrategias para afrontar ataques profundos iniciados por el rival
desde los vestuarios, se quemaron en menos de 180 segundos.
Cuando Independiente
reaccionó, estaba abajo en el marcador, lo peor que le puede ocurrir a
un equipo local en el comienzo de una eliminatoria, la Católica,
consciente de la situación, lo atacó, le provocó problemas en su
insegura defensa y le hizo depender del arquero Navarro para que la
desventaja se mantuviera en la mínima.
El visitante se
llevó por delante a los rojos de Avellaneda durante varios minutos, pero
malogró demasiadas situaciones de gol tras el impulso que desde la zona
central le dieron Ríos, Costa y Cordero, motores del juego chileno y
dueños de la situación en la zona clave del campo.
Independiente,
entonces, pasó del desconcierto absoluto al intento básico de hacerse
del balón y lo logró módicamente, en coincidencia con la decisión del
equipo chileno de tomarse un respiro después de la media hora de juego.
Para
coronar la serie de desaciertos de la Católica al terminar jugadas de
ataque formidables, Castillo se perdió por enésima vez el segundo tanto
de su equipo a los 44', y en la primera ocasión que tuvo Independiente, a
los 45', Tula empató de cabeza a la salida de un tiro libre de Ferreyra.
El
partido fue más parejo en el comienzo de la segunda parte, porque
Independiente se decidió a jugar en el campo adversario y entraron más
en juego sus delanteros Farías y Benítez, a la vez que disminuyó la
incidencia en el juego del chileno Michael Ríos, el mejor jugador de su
equipo.
La determinación del equipo de Américo Gallego dió
sus frutos a los 55 minutos, cuando Villafañe remató desde fuera del
área y marcó el segundo tanto local en un partido que había cambiado totalmente con respecto a la primera etapa.
No
obstante, el conjunto universitario se recuperó, Cordero recuperó el
nivel que tuvo en el primer tiempo y un pase suyo dejó en inmejorable
posición a Castillo a los 70', que igualó a dos y puso algo de justicia
al marcador.
Una inmejorable impresión dejó la Católica en
Avellaneda ante un Independiente que intenta recuperarse, como puede, de
un mal comienzo de temporada.
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