El Chelsea no ha logrado marcar un gol en los dos encuentros que ha
disputado hasta ahora con el español Rafa Benítez en el banquillo, y hoy
firmó ante el modesto Fulham su segundo empate a cero consecutivo en
Stamford Bridge.
La llegada del preparador madrileño tras el cese
fulminante del italiano Roberto Di Matteo no ha logrado por el momento
revertir la espiral negativa en la que está sumido el equipo, que no
conoce la victoria en liga desde hace seis jornadas.
En su segundo encuentro como técnico del Chelsea, Benítez, que
afrontaba el duelo con las ausencias de algunos jugadores clave como
Frank Lampard, John Terry y Daniel Sturridge, hizo varios cambios en su
alineación respecto al fin de semana y dió descanso al centrocampista
Juan Mata de inicio.
El Niño Torres ocupó una vez más el centro del ataque blue, flanqueado
por el belga Eden Hazard y el brasileño Óscar, y con su compatriota
Oriol Romeu a la espalda, contribuyendo al juego desde el medio campo.
La presión del centro de campo blue obligaba a recular cada vez más a
un Fulham que, tras veinte minutos de juego, mantenía la mayor parte el
tiempo sus líneas al borde de su propia área.
Torres se veía continuamente rodeado por
jugadores rivales y trataba de recibir, sin excesiva fortuna, balones de
espaldas, mientras los minutos transcurrían inexorables en Stamford
Bridge sin que los locales se mostraran capaces de crear peligro.
En el descanso, el ambiente en las gradas del estadio londinense era
similar al que se vivió el pasado domingo, cuando los Blues quedaron
atascados ante el Manchester City.
A pesar de los esfuerzos de los locales, el orden defensivo del
Fulham se les antojaba insuperable, y los nervios comenzaron a aflorar
en unos jugadores conscientes de la importancia psicológica de no volver
a ceder un empate en casa.
En el tramo final de la segunda parte,
los visitantes asustaron a los seguidores del Chelsea con algunas
llegadas de peligro que supo atajar con seguridad el arquero Petr Cech
y, si bien Torres y compañía se acercaron al área rival en los últimos
diez minutos, no fueron capaces de modificar el marcador con el que se
había abierto el encuentro.
Por tercer partido consecutivo, el Chelsea no marcó, algo inédito en la
etapa de Roman Abramovich al frente de la entidad (desde 2003), Fernando
Torres y sus compañeros fueron abucheados al retirarse a los vestuarios
por sus aficionados.
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