Esta fue la sexta derrota en seis partidos externos para el conjunto de Verona, lo que cuenta claramente los límites de un equipo que no jugó mal pero al que le faltó nivel y carácter.
El local, por su parte, no fue brillante y espectacular como de costumbre, culpa también de las condiciones precarias de algunos jugadores que por encima determinaron un doble cambio entre el minuto 26 y el 29, con las salidas de Bergessio y Biagianti por Doukara e Izco.
Así, el partido estuvo bastante trabado y la primera etapa ofreció realmente poco al espectáculo, apenas un par de remates desde la distancia y un clamoroso error mano a mano de Gómez.
Como suele pasar en este tipo de encuentros, el desafío se destrabó con una jugada de pelota parada, cuando al minuto 6 del complemento Almirón, dejado bastante solo, cabeceó y bien para decretar el 1 a 0.
Chievo sintió el golpe y se fué al ataque,mejorando un poco su juego, si bien arriesgó pronto de sufrir el segundo, Doukara cabeceó afuera desde buena posición.
La presión de la visita le dió la chance a los azulgrana de jugar más de contra y, al final, al minuto 40, llegó el 2 a 0, esta vez con un golazo de Almirón, quien recibió por izquierda, aguantó bien el balón, se ganó el espacio para disparar y la metió con comba a lado del palo más lejano.
Con la desesperación, Chievo se tiró todo para adelante y tuvo una gran chance para descontar con Pellissier, quien partió el palo con un gran zurdazo, para luego anotar finalmente el inútil 1 a 2 con un cabezazo de Andreolli.
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