El
Levante UD logró el triunfo por 1-0 sobre el Valencia CF
gracias a un solitario gol del africano Obafemi Martins en la primera
parte que acerca a los levantinos a los puestos europeos.
El Valencia atacó más durante todo el partido ante el Levante, y después de uno de esos ataques, el equipo local montó una contra espectacular gracias a un larguísimo saque de portería de Gustavo Munúa. El nigeriano Martins realizó un control orientado con el pecho ya dentro del área para zafarse del marcaje de Tino Costa y fusiló a Vicente Guaita con un potente remate que supuso el único gol del partido (22')
Tras el gol,
el Valencia trató de atacar en busca del empate, pero no estuvo acertado en ataque. El triunfo, el primero en ocho derbis para
el Levante, deja al club granota en la zona media de la tabla y a un
punto de los puestos que dan acceso a competiciones europeas antes de
que se complete la jornada, mientras que el Valencia está solo tres
puntos por encima de la zona de descenso.
El partido se había puesto donde quería el Levante y el Valencia se descontroló durante algunos minutos, hasta que pasada la media hora de juego retomó el control del partido, aunque sin ocasiones claras para batir a Munúa.El choque llegó al descanso con más intensidad que fútbol, con el balón casi siempre en poder del Valencia, con un Levante muy despierto a la hora de aprovechar su fútbol de contragolpe y con un exceso de brusquedades, consecuencia tanto de la rivalidad creciente entre ambos equipos como de sus urgencias en el inicio de esta Liga.
El segundo tiempo dio comienzo con la misma tónica: el balón era para el Valencia y el Levante buscaba el segundo tanto al contragolpe, pero ambos equipos estaban imprecisos y sus acciones ofensivas apenas iban acompañada de peligro.
Ningún equipo perdió la paciencia. El Valencia, a pesar de la urgencia del resultado, trataba de avanzar con un cierto criterio, aunque le fallaba la definición. El Levante albergaba la esperanza de mantener la ventaja, aunque cada vez se jugaba más cerca de la portería de Munúa.
Pasado el cuarto de hora del segundo tiempo, el dominio del Valencia era absoluto, aunque sin profundidad.
Cuando el tiempo se le acababa al Valencia y el partido ya estaba completamente roto, volvió el Levante a tener opciones de gol, hasta cuatro, ya en los diez minutos finales de una confrontación resuelta con las armas que caracterizan a este equipo, ante un rival con muchas carencias.
El Valencia atacó más durante todo el partido ante el Levante, y después de uno de esos ataques, el equipo local montó una contra espectacular gracias a un larguísimo saque de portería de Gustavo Munúa. El nigeriano Martins realizó un control orientado con el pecho ya dentro del área para zafarse del marcaje de Tino Costa y fusiló a Vicente Guaita con un potente remate que supuso el único gol del partido (22')
Tras el gol,
el Valencia trató de atacar en busca del empate, pero no estuvo acertado en ataque. El triunfo, el primero en ocho derbis para
el Levante, deja al club granota en la zona media de la tabla y a un
punto de los puestos que dan acceso a competiciones europeas antes de
que se complete la jornada, mientras que el Valencia está solo tres
puntos por encima de la zona de descenso.El partido se había puesto donde quería el Levante y el Valencia se descontroló durante algunos minutos, hasta que pasada la media hora de juego retomó el control del partido, aunque sin ocasiones claras para batir a Munúa.El choque llegó al descanso con más intensidad que fútbol, con el balón casi siempre en poder del Valencia, con un Levante muy despierto a la hora de aprovechar su fútbol de contragolpe y con un exceso de brusquedades, consecuencia tanto de la rivalidad creciente entre ambos equipos como de sus urgencias en el inicio de esta Liga.
El segundo tiempo dio comienzo con la misma tónica: el balón era para el Valencia y el Levante buscaba el segundo tanto al contragolpe, pero ambos equipos estaban imprecisos y sus acciones ofensivas apenas iban acompañada de peligro.
Ningún equipo perdió la paciencia. El Valencia, a pesar de la urgencia del resultado, trataba de avanzar con un cierto criterio, aunque le fallaba la definición. El Levante albergaba la esperanza de mantener la ventaja, aunque cada vez se jugaba más cerca de la portería de Munúa.
Pasado el cuarto de hora del segundo tiempo, el dominio del Valencia era absoluto, aunque sin profundidad.
Cuando el tiempo se le acababa al Valencia y el partido ya estaba completamente roto, volvió el Levante a tener opciones de gol, hasta cuatro, ya en los diez minutos finales de una confrontación resuelta con las armas que caracterizan a este equipo, ante un rival con muchas carencias.
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