El Arsenal sufrió para remontar un tanto en
la primera parte ante el West Ham (1-3) el francés Olivier Giroud, al filo del descanso, y el inglés Theo
Walcott, a pocos minutos para la conclusión, desequilibraron en favor
del Arsenal un choque que el francés Mohamed Diame había puesto cuesta
arriba para los de Arsène Wenger a los veinte minutos.
Cazorla, que había quedado algo oculto tras un primer tiempo en el que
se echó el equipo a la espalda, apareció de nuevo en el 83' para
sentenciar el duelo con su segundo gol con la camiseta del Arsenal, hoy
de color amarillo: un zurdazo desde el exterior del área con el que puso
el balón fuera del alcance del guardameta finlandés Jussi Jääskeläinen.
En la primera etapa, astutos los de Sam Allardyce dejaron que los Gunners se confiaran y
esperaron el momento adecuado para sorprenderles al contragolpe.
La ocasión llegó por medio del francés Diame (21'), que concluyó un rápido
contragolpe con una jugada personal que acabó en gol e hizo estallar el
delirio en las gradas de Upton Park y la decepción en el banquillo
"gunner", que veía cómo se derrumbaba el edificio que habían construido
en el primer tramo del duelo.
Tras el gol, el West Ham se recluyó en su área y perdió cualquier
interés por el campo contrario, lo que provocó que el Arsenal se
estrellara una y otra vez contra la nube de jugadores en las
inmediaciones del área local antes de lograr estrenar su marcador.
Los miedos del técnico Allardyce resultaron estar justificados: en la
única ocasión en varios minutos en la que el West Ham había adelantado
unos metros sus líneas, el español Mikel Arteta se hizo con un balón que
acabó en los pies de Podolski, el alemán obligó a correr de vuelta a su área a los defensas
del West Ham, que no supieron evitar que el centro de Podolski lo
acabara conectando Giroud a la red por vez primera desde que llegó a
Londres este verano (41')
Ya en el segundo tiempo, el Arsenal continuó ejerciendo su dominio
sobre un rival que se mostró algo más ambicioso con el marcador
equilibrado.
Los Gunners dominaban -aunque a su juego le
faltaba algo de la velocidad y precisión tan del gusto de Wenger- y su
recompensa les llegó en el minuto 77.
Giroud condujo un
contragolpe desde la medular para meter un balón en profundidad a los
pies de Walcott, que recorrió en solitario los últimos metros hasta el
área y remató un balón raso que devolvió la tranquilidad a los
aficionados del Arsenal.
Aún quedaba el gol de Cazorla,
que llegó al 83' con un disparo desde el exterior del
área y que acabó con todas las resistencias del West Ham.

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