El Liverpool cayó ante el West Ham, que
sorprendió a los "reds" con dos goles en los primeros minutos y
sentenció el duelo con el tercero poco antes del final (3-1).
El neozelandés Winston Reid (2'), y el senegalés Diafra
Sakho (7') echaron por tierra los planes iniciales del Liverpool,
que fue a contracorriente el resto del duelo.
El inglés Raheem Sterling (26'), el mejor de los "reds" esta tarde, recortó
distancias a la media hora y creó
peligro durante la segunda parte,
pero los locales remataron el partido con un contragolpe que culminó el
francés Morgan Amalfitano (88').
Nunca llegaron a sentirse cómodos sobre el césped los de Brendan
Rodgers, que ya en el minuto 2 cayeron en la trampa de una jugada de los
de Sam Allardyce.
Un centro largo buscó la cabeza del inglés James Tomkins quien, en
lugar de rematar a portería, peinó el balón para que fuera su compañero
neozelandés Winston Reid quien enviara el balón a la red, para sorpresa
de la paralizada defensa "red".
Con el marcador en contra, el Liverpool seguía sin lograr engranar su
juego y los locales vieron la opción de rematar a un rival que parecía
anestesiado cinco minutos después.
El peligro llegó de nuevo desde la derecha, con un centro que
encontró en esta ocasión la cabeza de Sakho, que burló a la última línea
de los de Brendan Rodgers apareciendo en el segundo palo para sellar el
2-0.
La amplia desventaja cuando tan solo habían pasado 7 minutos de
partido pesó sobre el equipo visitante, que se encontró a partir de
entonces ante un West Ham con el trabajo hecho, dispuesto a defender su
ventaja más que a ampliarla.
Todas
las miradas estaban puestas en el italiano Mario Balotelli, que ha
llegado este verano procedente del Milan para tratar de suplir en el
ataque "red" el talento del uruguayo Luis Suárez.
Una vez más, Balotelli no encontró la mejor versión de sí mismo esta
tarde, y dejó que fuera Sterling quien firmara el 2-1.
El exdelantero del Manchester City controló un balón en el área y remató a la media vuelta, pero el balón rebotó en un defensa.
Sterling, atento, llegaba en carrera y descerrajó desde el borde del
área un disparo imposible de detener para el portero español del West
Ham, Adrián San Miguel.
El inglés continuó mostrándose como el jugador más rápido e inspirado
del partido, junto con el español Alberto Moreno, que fabricaba peligro
por la izquierda.
Ambos buscaban espacios para tratar de horadar la ordenada defensa
local, pero el Liverpool se mostró incapaz de culminar en gol ninguna de
las oportunidades que fabricó en el segundo tiempo.
Para desgracia de Rodgers y los suyos, a falta de dos minutos para el final el West Ham remató el duelo.
Lo hizo gracias a un error de la defensa del Liverpool, que regaló un
balón en la zona de tres cuartos que permitió a los locales organizar
un contragolpe letal que culminó en gol el francés Morgan Amalfitano.
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