Sevilla sumó su cuarta victoria consecutiva y se afianza en la zona
alta de la tabla, aunque en esta ocasión lo con
sufrimiento por 1-0 ante la Real Sociedad, un equipo que lo intentó en
algunas fases del choque pero que estuvo sin continuidad y con pocas
recursos en ataque.
Los locales salieron fuertes y marcaron
pronto pero después perdieron el control y ello valió para que la Real
Sociedad siempre tuviera la posibilidad de empatar. Volvió Unai Emery, a efectuar
numerosos cambios, hasta siete en relación al equipo titular que salió
el pasado domingo en El Arcángel ante el Córdoba (1-3), lo
que es
habitual en este inicio de temporada y ante el carrusel de partidos cada
tres o cuatro días. Este que utilizó ante el equipo que entrena
el vizcaíno Jagoba Arrasate se pareció mucho al del pasado jueves en el
mismo escenario frente al Feyenoord holandés (2-0) en la Liga Europa,
con José Antonio Reyes, el argentino Éver Banega o Gerard Deulofeu.
Arrasate, por su parte, no pudo utilizar a jugadores como David Zuturuza
o Rubén Pardo, ambos con dolencias físicas, con lo que dio entrada a
otros como Mikel González o Jon Gaztañaga.
La
formación donostiarra contuvo el ímpetu local en el arranque e incluso,
en una contra antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora, el
delantero uruguayo Gonzalo "Chory" Castro remató y el
balón rosó el larguero de la portería que defendió el portugués Antonio
Alberto Bastos "Beto" tras tres encuentros de baja (dos de Liga y otro
europeo) por lesión. Pese a este aviso, fue el equipo local el que
abrió el marcador en una jugada trenzada que
culminó el lateral izquierdo francés Benoit Tremoulinas con un centro al
área que transformó en gol Deulofeu (18'), primero en el Sevilla del
futbolista cedido por el Barcelona. A partir de ahí, la presión en
todo el campo de los locales complicó el juego de sus rivales para
hacerse con el dominio en busca del empate, aunque la formación
"guipuzcoana" no perdonó ningún despiste sevillista para salir rápido
hacia la portería andaluza.
En la
segunda parte, la Real Sociedad salió con sus líneas más adelantadas
para intentar que el adversario se sintiera incómodo en el control del
balón, como sucedió en las postrimerías del primer periodo, y lo
consiguió porque los visitantes acosaron el área de los sevillistas, que
vieron cuatro amarillas casi consecutivas en un dato que mostró su
nerviosismo. Los donostiarras, pese a ello, no tuvieron la
contundencia necesaria ante la meta de Beto y el paso de los minutos
valió para que el Sevilla equilibrara el encuentro y éste se quedara
abierto para su tramo final con el 1-0, aunque la Real nunca supo como
superar a un adversario que en esos momentos mostró más recursos.
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