La Juventus de Turín ganó su séptima Supercopa de
Italia gracias a dos goles de los recién llegados Mario Mandzukic (69') y el
argentino Paulo Dybala (73'), tantos que sirvieron para derrotar a la Lazio
por 2-0.
De este modo el conjunto turinés comenzó con una victoria una
temporada a la que llega después de la
marcha de algunos de los
artífices de sus últimos logros, como Carlos Tevez, Arturo Vidal o
Andrea Pirlo.
A este encuentro, que se jugó en Shangai, la "Juve" acudía con cierto
ánimo de experimentación debido también a las ausencias por lesión de
otros importantes jugadores como Álvaro Morata, Sami Khedira o Giorgio
Chiellini.
Massimiliano Allegri optó por un esquema ofensivo mientras que el
Lazio optó por la defensa y el primer tiempo transcurrió de manera muy
igualada.
Los "bianconeri" protagonizaron incursiones peligrosas en la zona
lacial, sobre todo jugadores como Paul Pogba, Lichtsteiner o Stefano
Sturaro, si bien se toparon con una buena actuación del guardameta de
Lazio, Federico Marchetti, que paró todos sus disparos.
Tuvo que llegar el segundo tiempo para que el partido aumentara en intensidad y la Juventus tomara finalmente la ventaja.
El primero en marcar fue el ex Atlético de Madrid Mario Mandzukic,
que logró su primer tanto para la "Vecchia Signora" después de rematar un
pase por la derecha de Sturaro.
Cuatro minutos más tarde, la joven promesa italo-argentina Paulo
Dybala, que jugó solo el segundo tiempo, fue el encargado de aumentar
el marcador para los de Allegri.
Lo hizo al encarrilar con la zurda un servicio de Pogba que acabó
rozando el travesaño y logrando el segundo tanto de esta jornada de
Calcio en el Gigante Asiático.
De este modo, Juventus de Turín adelantó al Milán al alzarse con su
séptima Supercopa de Italia, que enfrenta al ganador de la Liga y al de
la Copa de Italia, este año al finalista (el Lazio) puesto que Juventus
también ganó ese torneo.
El partido, amenazado hasta última hora por la cercanía de un ciclón,
transcurrió con normalidad, si bien la prensa especializada denunció en
numerosas ocasiones el mal estado del terreno de juego del "Shangai
Stadium", repleto de agujeros en su césped.
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