El empate y la locura en las tribunas detonó el vendaval rojinegro que asfixió a Monarcas para que Martín Barragán (82') en un mano a mano ante Carlos Rodríguez definiera al tocar suave el balón por debajo y convertir el del triunfo local.
Pero hasta antes del gol de Kannemann, lucía complicado el panorama, ya en el arranque del segundo tiempo Christian Valdez desperdició la opción de que Monarcas tomara distancia por 2-0 al estrellar un disparo en la base del poste.
Atlas no había convencido en su triunfo sobre Tigres, y esta noche frente a su hermano Monarcas tenía la oportunidad de reivindicarse y convencer a su afición y a sí mismo de que la victoria pasada no había sido una casualidad u obra de la fortuna.
Pero como en los tiempos de los hermanos América y Necaxa, Monarcas que ha dejado de ser el consentido de Grupo Salinas, salió sublimado y dominó a los rojinegros durante la primera parte que se caracterizó más por la lucha del balón en medio campo.
En esos primeros 45 minutos, la actuación de Kannemann estaba lejos de la del capitán que fue en el San Lorenzo de Almagro. El defensa argentino se notaba nervioso, llegaba impuntual a la cita con el balón, y Mauro Cejas aprovechaba el desconcierto en el área.
Enrique Pérez perdió un balón en la salida del área, Cejas (38') se puso atento, robó, avanzó y ubicó el balón en el segundo poste para el 0-1.
Sin embargo, todo cambiaría con los ingresos de Rodríguez y González, apareció el talento y Monarcas desapareció.
El Atlas de Tomás Boy sufrió y se levantó del letargo del primer tiempo para así sumar su segunda victoria consecutiva.
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