RIVER MANTIENE EL RITMO

River Plate derrotó hoy por 2-0 a Tigre y con dieciséis puntos de dieciocho posibles aumentó a tres su diferencia en la cima sobre el segundo, Vélez Sarsfield, en la séptima jornada de la Liga argentina.
El delantero colombiano del River Plate, Teófilo Gutiérrez, pese a no jugar esta fecha sigue liderando la clasificación de goleadores con seis, dos por delante de Lucas Pratto, de Vélez Sarsfield, Maximiliano Rodríguez, de Newell's Old Boys, y Silvio Romero, de Lanús.
El delantero uruguayo Rodrigo Mora, a los 33 minutos del primer tiempo y a los 3 del segundo le dio el triunfo al equipo de Marcelo Gallardo.
El exceso de agua en el terreno de Núñez complicó las cosas en los primeros minutos porque, literalmente, los equipos no hacían pie. Negocio en algún punto para Tigre ante un local que no lograba engancharse. Pero con el correr de los minutos, a pesar de algunas imprecisiones, River hizo notar su juego a partir de las ganas de Kranevitter, los pases venenosos de Rojas, la movilidad de Sánchez y la calidad de Pisculichi. Después de un aviso de Boyé y otro de Mora, bien sacados por Javi García, el equipo de Gallardo armó una gran jugada colectiva, excelentemente definida por Mora (34'), que de apoco se va amigando con el gol y con la gente, zurdazo imposible para el arquero de un matador que había arrancado bien con un conjunto corto, conteniendo al local.
El arranque del segundo tiempo sirvió para que River justifique su superioridad en el marcador, en la primera a fondo, Mora (48') la mandó a guardar otra vez, sentenciando el resultado. Tercero en su haber en este torneo, Tigre no encontró las herramientas para el descuento, a pesar de algunas arremetidas.
Con la tranquilidad en el marcador, los locales se defendieron correctamente cuando fueron obligados y, con una cuota mayor de acierto en el arco rival, hasta podrían haber goleado, impotencia en los de Victoria, que terminaron con diez por roja a Galmarini.
Sin dudas, este River es poderoso en ataque y, por si fuera poco, es sólido atrás y en cada partido, da señales concretas que quiere llegar lejos en las competencias que afronta.
 

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