La fiesta previa al partido, en la que el Atlético de Madrid recibió 105 días después la copa de campeón de la última Liga, pudo acabar en disgusto para los rojiblancos en un partido extraño ante el modesto Eibar que jugó sin nada que perder.
Como siempre el equipo del "Cholo" Simeone sacó máximo rendimiento a la estrategia, así abrió el partido, con un saque de esquina al primer poste de Koke Resurrección que el brasileño Miranda (11') remató a placer a la red.
Despues el croata Mario Mandjukic (25') firmaba el segundo e invitaba a pensar en goleada, una nueva acción a balón parado y segundo cabezazo a gol.
El Eibar no se amilanó y Abraham (34') firmó el gol de la jornada con un latigazo a la escuadra que le sirvió para ganar confianza en el segundo tiempo y terminar acechan
do al vigente campeón de Liga y subcampeón de Europa.
Lejos estaba el Atlético de Madrid de asegurar el resultado a su vuelta de los vestuarios, sin embargo, actuaba con paciencia esperando que el Eibar abriera sus líneas por inercia, pero lejos de dejar espacios, el Eibar presionaba. A punto de cumplirse la primera hora, Germán Burgos, que suplía en el banquillo a Simeone, sancionado, envió al campo a Raúl Jiménez para sustituir a Antoine Griezmann, que había participado poco en ataque, después, a Saúl, quien entró como refresco por Mario Mandzukic. Pero el Atlético seguía sin encontrarse, peor aún; estuvo cerca de perder a un hombre cuando Koke, quien ya había visto una amarilla, cometió una falta a destiempo que el árbitro decidió no castigar. El Atlético, que no lograba asegurar la victoria ante un Eibar que mantenía el orden y la intensidad, había aumentado la agresividad.

Al término del partido, los jugadores del Atlético dieron una vuelta de honor al césped del estadio Vicente Calderón con los trofeos de la Liga española 2013-2014 y de la Supercopa de España 2014.
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