El Espanyol ha logrado un valioso triunfo ante el Málaga (1-2) con 40 puntos en el saco, la salvación, el primer objetivo de los de Aguirre, está ahora sí, más cerca que nunca.
En un partido vibrante y muy serio, Sergio García (33') y Pizzi (76') certificaron un triunfo vital que rompe la racha de dos partidos seguidos sin haber ganado. Y, además, da alas y refuerza la moral de los blanquiazules ante la visita del Barça.
Javier Aguirre no dosificó hombres pensando en el derbi y metió casi toda la carne en el asador en La Rosaleda. Tan sólo reservó a Colotto y Simao, ambos apercibidos, dando entrada a Sidnei en la zaga, y Pizzi,
como extremo zurdo. Los blanquiazules imprimieron un alto ritmo al
balón, buena presión e intensidad desde el primer minuto, juego de ida y
vuelta bien replicado por el Málaga.
Pizzi, muy activo, tuvo las dos primeras ocasiones del Espanyol, en una jugada embarullada en el área que no supo matar y en un disparo que salió lamiendo la madera. Córdoba la tuvo, pero su disparo blando no asustó, Pero el que nunca falla, Sergio, sacó las telarañas de la red con un disparo imparable, previa asistencia de Stuani, que le rompió la cintura a Welington.
Poco duro la alegría en la casa "perica", pues apenas dos minutos después, Pablo Pérez, en clarísimo fuera de juego, batió a Casilla, ante la indignación de la zaga visitante.
El injusto 1-1 espoléo a los de Aguirre, que se fueron con todo arriba, antes del descanso merecieron el gol, pero el meta Caballero fue providencial.
Tras el descanso, el Málaga salió a morder rápido, pero el Espanyol no se descompuso, el partido bajó revoluciones, con dominio territorial de los locales ante un Espanyol compacto y serio. Aguirre sentó a Córdoba y salió Abraham, buscando un mayor control en el centro del campo, pero perdió pólvora arriba pues el colombiano, pese a verlas cuadradas ayer, dio mucha guerra y aire a Sergio.
Y cuando más apretaba el Málaga, llegó el golazo de Pizzi, tras una gran contra dirigida por Sergio, el "10" perico se inventó un disparo cruzado al que no llegó Caballero, cercó el Málaga a la meta de Kiko, pero el triunfo fue perico.
En un partido vibrante y muy serio, Sergio García (33') y Pizzi (76') certificaron un triunfo vital que rompe la racha de dos partidos seguidos sin haber ganado. Y, además, da alas y refuerza la moral de los blanquiazules ante la visita del Barça.
Javier Aguirre no dosificó hombres pensando en el derbi y metió casi toda la carne en el asador en La Rosaleda. Tan sólo reservó a Colotto y Simao, ambos apercibidos, dando entrada a Sidnei en la zaga, y Pizzi,
como extremo zurdo. Los blanquiazules imprimieron un alto ritmo al
balón, buena presión e intensidad desde el primer minuto, juego de ida y
vuelta bien replicado por el Málaga.Pizzi, muy activo, tuvo las dos primeras ocasiones del Espanyol, en una jugada embarullada en el área que no supo matar y en un disparo que salió lamiendo la madera. Córdoba la tuvo, pero su disparo blando no asustó, Pero el que nunca falla, Sergio, sacó las telarañas de la red con un disparo imparable, previa asistencia de Stuani, que le rompió la cintura a Welington.
Poco duro la alegría en la casa "perica", pues apenas dos minutos después, Pablo Pérez, en clarísimo fuera de juego, batió a Casilla, ante la indignación de la zaga visitante.
El injusto 1-1 espoléo a los de Aguirre, que se fueron con todo arriba, antes del descanso merecieron el gol, pero el meta Caballero fue providencial.
Tras el descanso, el Málaga salió a morder rápido, pero el Espanyol no se descompuso, el partido bajó revoluciones, con dominio territorial de los locales ante un Espanyol compacto y serio. Aguirre sentó a Córdoba y salió Abraham, buscando un mayor control en el centro del campo, pero perdió pólvora arriba pues el colombiano, pese a verlas cuadradas ayer, dio mucha guerra y aire a Sergio.
Y cuando más apretaba el Málaga, llegó el golazo de Pizzi, tras una gran contra dirigida por Sergio, el "10" perico se inventó un disparo cruzado al que no llegó Caballero, cercó el Málaga a la meta de Kiko, pero el triunfo fue perico.
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