PUMAS DESPLUMA A LAS ÁGUILAS

Dos hachazos le bastaron a Daniel Ludueña (8' y 68') para quitarle el papel de víctimas a los universitarios en el Estadio Azteca, de donde se llevaron los tres puntos a Ciudad Universitaria y dormirán en el tercer puesto de la tabla general.
Los Pumas fueron menos durante la mayor parte del encuentro, pero dos jugadas del naturalizado mexicano le bastaron a los suyos para darle la vuelta al marcador, pese al tanto del empate parcial de Raúl Jiménez (26'). Roberto Ramírez (82') aprovechó el error de Juan Carlos Valenzuela para sentenciar la goleada de 3-1.
Los auriazules se llevan un triunfo (3-1) que corrobora su buen momento y los mantiene en la parte alta de la tabla, mientras que los azulcremas están inmiscuidos en una severa crisis de resultados luego de tres descalabros al hilo.
Las Águilas iniciaron hostigando al rival; lo mitigaron en su primer tercio y parecían aquel equipo vertical del "Piojo" Herrera, a pesar de todo, fueron los visitantes quienes pegaron primero, aprovechando un error en la salida del rival. Daniel Ludueña no perdonó, su zurdazo hizo que el "Goya" estallara y que los cimientos del Estadio Azteca se cimbraran ante la delirante locura de su afición (8’).
Luego, Rubens generó, abrió espacios, se quitaba rivales como conos; de sus pies se generó el centro que Luis Gabriel Rey cedió para el empate de Raúl Jiménez (26’).
Y si de un lado se depende de un argentino, del otro las cosas marchan por el mismo camino. Solo la "Rata" Bravo era capaz de arrastrar el balón, jalar la marca de rivales e inquietar ante la soledad que le depara el sistema de su escuadra.
Fue entonces que la mano de Mohamed se hizo más perceptible que nunca: recorrió a cuatro zagueros, tres volantes y dos delanteros, y extrañamente ya había sacado a Aquivaldo Mosquera desde el inicio del segundo tiempo para darle paso a Pablo Aguilar, su tan anhelado refuerzo.
Los de Coapa no aprovecharon las que se les presentaron y Ludueña ejecutó un magistral de tiro libre, directo el ángulo, para el 1-2. De poco sirvieron la cantidad de defensores que resguardaban a Moi Muñoz. Para aquellos que pensaban que el "Hachita" estaba acabado, demuestra de forma fehaciente que no es así.
El encuentro se tornó de "matar o morir", eso no le convenía de ninguna forma a América ante la inferioridad numérica; se jugaba en ambas áreas y el golpe final lo terminó de asestar Roberto Ramírez sólo dos minutos después de haber ingresado a la cancha, luego de ‘robarle el balón a Valenzuela y bombear ante Muñoz.

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