BETIS AL BORDE DEL ABISMO

Real Betis cayó derrotado (1-2) ante Osasuna y se coloca al borde del abismo, un nuevo error en la línea defensiva les costó el gol de Roberto Torres (1'),  y condenó a un Betis presa de los nervios y que dio enormes facilidades a un Osasuna que se dedicó a jugar con tranquilidad para esperar su ocasión de sentenciar. No ocurrió porque también Osasuna anda corto de argumentos, pues ocasiones las tuvo, como las de Miguel de Las Cuevas con rechazo espectacular de Andersen, y otra del mismo jugador con remate y balón al limbo.
La presencia de Leo Baptistao fue un aliciente en el estado anímico de la hinchada y equipo verdiblanco, pero el brasileño no pudo hacer muchos milagros. Aunque es cierto que las mejores oportunidades del primer tiempo estuvieron de su parte, las más claras con intervenciones del meta Andrés Fernández.
Además, la expulsión de Nono -por doble amarilla- puso aún más grilletes a las opciones de un Betis que se fue diluyendo hasta ser presa fácil de un Osasuna que, por su parte, tampoco tuvo demasiada ambición.
El segundo tiempo fue casi calcado, con errores béticos y cómo no también la mala suerte porque el 0-2 llegó en remate de Jordi (en c. 56') al tratar de despejar un centro rival.
Pudo cambiar la decoración algo pocos minutos más tarde, con la expulsión del meta Andrés Fernández, por derribo a Rubén Castro en el área, el penal lo mandó al travesaño el delantero canario del Betis.
A partir de ahí, el Betis fue de mal en peor, sin ideas, ante un Osasuna que tampoco arriesgó mucho.
Chuli, a pase de Jorge Molina, pudo reducir las diferencias, pero lo evitó Riesgo con una "palomita", aunque posteriormente habilitó a Jorge Molina (80') para que el ariete redujera las diferencias en el marcador.
Un Betis volcado posibilitó que el conjunto navarro pudiera sentenciar como en la oportunidad de Acuña  que desbarató Andersen.
Al final nueva derrota del Real Betis que no encuentra en Juan Carlos Garrido el antídoto para salir de su crisis deportiva y que comienza su peregrinaje por una senda demasiado peligrosa.

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