El Valencia se mostró muy intenso, pero no brilló, mientras que el Málaga fue eficaz mientras el marcador registraba el empate a cero, pero apenas mostró recursos para nivelar la contienda.
La primera parte se jugó a un gran ritmo por parte de ambos equipos, aunque la iniciativa fue para los valencianistas, que tuvieron más posesión de balón y se aproximaron más a la meta oponente, aunque sin excesiva claridad en su fútbol.
Quizá su mejor ocasión
llegó en un cabezazo de Rami a la salida de un córner, aunque el
encuentro no estuvo marcado en el primer tiempo por el exceso de
ocasiones de gol.En los minutos finales del primer tiempo, el Málaga se acercó un poco más a la meta de Diego Alves, pero sus centros lejanos no encontraron definidor.
En el inicio del segundo tiempo, el Valencia intensificó su dominio, aunque sin encontrar vías de penetración en la defensa del Málaga, que no se descompuso, mantuvo el orden y aunque salió poco en ataque, supo neutralizar al equipo de Miroslav Djukic.
Eran muy pocas las ocasiones en las que los valencianistas se acercaban con peligro a la meta de Caballero, por lo que a media de hora del final, quedó claro que dependía de la inspiración local para crear una opción y aprovecharla o de que una acción aislada permitiera al equipo andaluz sorprender a los locales.
El 1-0 no llegó por ninguna de esas dos circunstancias, sino por un error de Caballero y de su defensa a la salida de un córner que fue aprovechado por Ricardo Costa.
Al Málaga le tocó reaccionar y Bernd Schuster dió entrada a Anderson y Samuel por Duda y Morales porque hasta entonces su equipo no había tenido presencia ante la meta de Alves.
El partido se niveló, pero el Málaga no conseguía crear opciones claras de gol ante un Valencia que en el tramo final del encuentro las buscaba al contragolpe para cerrar el choque con un segundo tanto.
La victoria local se fraguó en tesón de sus jugadores, mientras que Málaga pagó caro su único error, aunque se mostró falto de argumentos en ataque.
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