Muslera realizó dos buenas intervenciones en el arranque, salvando primero un disparo lejano de Hasebe desviado por un defensor y después un libre directo de Honda.
Se estiró a partir de ahí algo más Uruguay y poco antes de la media hora Suárez volvió a ganarle la espalda a Yoshida y cazó un envío de Godín realizado desde cancha propia que le permitió pisar área y ceder cómodamente el gol a Forlán (27').
Apenas dos minutos después, el 9 uruguayo, que se mostró en excelente forma pese a entrenar por su cuenta desde que el Liverpool lo declarara hace unas semanas en rebeldía por tratar de forzar su traspaso, sacó una falta al borde del área nipona, Diego Forlán se calzó entonces el guante en el pie derecho y clavó la pelota con exquisita precisión en el palo que protegía Kawashima.
Ninguno de los dos equipos renunció al ataque tras los dos tantos iniciales, y Japón tuvo a continuación una ocasión clara en la que Kakitani logró superar con sutileza a Muslera pero no al central uruguayo que evitó el gol casi bajo los palos.
Forlán demostró hoy que a sus 34 años sigue siendo una pesadilla para cualquier defensa.
En la reanudación, Muslera se impuso a Okazaki en uno contra uno poco antes de que un mal despeje de Yoshida le regalara el tercero a Luis Suárez (53').
Japón, que llegó con frecuencia al área uruguaya pero que casi siempre careció de orden y acierto para marcar, halló el gol en un barullo originado por un buen pase de Honda que al final aprovechó Kagawa (54') con la puerta ya vacía.
Respondió la celeste con un golazo de cabeza de Álvaro González (58') merced a una excelente triangulación entre Lodeiro, Rodríguez y Luis Suárez.
Por su parte, Honda (72'), que junto a Kagawa volvió a capitanear y a marcar el ritmo de las acometidas japonesas, puso la guinda al partido con un hermoso golpe franco que entró junto a la escuadra izquierda de Muslera.
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