Una vez aplacado el entusiasmo del rival el Real Madrid encontró en el partido lo que pretendía, un banco de pruebas, un inicio de puesta a punto, la diferencia, evidentemente, fue notable entre un equipo puntero en Europa y un recién ascendido a la Championship, la segunda categoría del fútbol inglés.
Ancelotti tiró de lógica para formar su primer once. Dani Carvajal e Isco Alarcón fueron las caras nuevas del equipo inicial, ambos cumplieron, el zaguero se mostró atrevido, el centrocampista muy activo, después, Asier Illarramendi entró en el descanso, igual que el ruso Denis Cheryshev, incorporado del Castilla y que jugó como lateral izquierdo.
El resto fue el habitual, presumibles titulares, a excepción de Nacho, en el centro de la zaga a la espera de Sergio Ramos y Raphael Varane.
Cristiano
Ronaldo, del que se esperan noticias sobre su renovación, fue la
principal amenaza para el Bournemouth, que asumió pronto su condición de
comparsa, el luso, muy motivado, abrió la cuenta por medio de un golpe
franco después de dos intentos fallidos, otra falta y un disparo con el
taco, el tanto llegó pasado el minuto 20, el
segundo, dribleando al guardameta aprovechando un error grosero de la
zaga del Bournemouth. El 0-3 con el que se llegaba al descanso lo
anotaría Khedira a la salida de un córner.
En
el segundo tiempo, el equipo que saltó al terreno de juego poco o nada
tuvo que ver con el que finalizó el primero. Jesús, Carvajal, Mateos,
Nacho, Cheryshev, Casemiro, Illarramendi, Di María, Kaká, Morata e
Higuaín eran los once hombres que disputarían el resto del encuentro,
más los laterales Casado y Quini, que sustituirían más tarde a Carvajal y
Nacho, los únicos que permanecían en su puesto tras el descanso.
A
pesar de las numerosas modificaciones en el equipo blanco, el escenario
del partido no cambió y el Real Madrid siguió ampliando el marcador. El
cuarto tanto no se hizo esperar y en los primeros minutos, Higuaín
aprovechó una gran asistencia de Morata para batir por bajo a Flahavan, poco después, Kaká dejaba muestras de su calidad con un disparo al
travesaño, que no fue más que el preludio del gol de Di María, que
perforó las redes del Bournemouth tras una gran galopada, la goleada fue
rubricada por Casemiro en los minutos finales.
Así pues, ilusionante estreno del nuevo Real Madrid
de Carlo Ancelotti, con un Cristiano Ronaldo arrollador, un Isco que
quiere tener protagonismo y un equipo dispuesto a luchar con todo hasta
el final.
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