Vélez llegaba al partido ante Quilmes en el
José Amalfitani con 10 partidos sin ganar por el Torneo Final, los de
Ricardo Gareca, además, habían quedado eliminados de la Copa Argentina por Olimpo, muy flojos
resultados para un equipo que hace 5 meses fue campeón e inició este
semestre con expectativas altas.Lejísimos en el campeonato y sin objetivos en lo que queda del semestre, pero la noche de Liniers trajo reminiscencias del pasado, de ese tiempo pasado que siempre fue mejor.
En la primera parte se vió que la suerte empezaba a cambiar para el equipo de Gareca, a pesar de que Quilmes tocaba mejor, Chucky Ferreyra rompió el cero con un doble cabezazo en el área, el Fortín atacaba sin precisión con Papa y Peruzzi, y sufría y se salvaba atrás, Morales metió un tiro de testa en el travesaño que era el empate para el Cervecero.
Pero la ventaja tal vez exagerada del primer tiempo Vélez sí supo justificarla en la segunda parte, todavía sin tener tanto la pelota, el Fortín ocupó bien los espacios y comenzó a contraatacar profundo a Quilmes: en una de esas jugadas, tras una pifia de Trípodi, Ferreyra puso su doblete y el 2-0 que sentenció las cosas.
Con orden y progreso como en otros tiempos, Vélez doblegó al equipo de De Felippe, que terminó con diez por las lesión de Caneo al haber ya hecho los tres cambios.
Con el triunfo, además de torcer la racha, el Fortín alcanzó los 14 puntos y se despega de los puestos del fondo de la tabla: algo más acorde a tiempos mejores, como el fútbol que mostró de a ratos en el Amalfitani. Al final, Quilmes sufrió dos lesiones, perdió y pueden acercarse sus competidores en la zona baja, aunque no terminará esta fecha en descenso.
Triunfo del Fortín, que se despega un poco del fondo y complica a un Quilmes que necesita volver al triunfo si quiere mantenerse en Primera.
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