En Anfield, todo estaba preparado para la conmemoración, el brasileño Lucas Leiva, el sobrino del histórico Leivinha, festejaba su partido 200 con el Liverpool, y se quería homenajear al capitán Jamie Carragher, que esta semana anunció que se retirará al final de la temporada.

Pero todo le salió mal al Liverpool, que primero se estrelló contra Ben Foster y acabó derrotado en el tramo final, cuando el equipo de Birmingham se atrevió a abandonar su campo.
Foster fue un muro infranqueable hasta para Steven Gerrard, el internacional falló, en el 76', un dudoso penal señalado por un leve empujón de Olson al uruguayo Luis Suárez, su disparo cercano al poste pero sin potencia, fue rechazado por el meta visitante.
Cuatro minutos después, la primera intervención de Pepe Reina, un gran despeje a un disparo de Youssuf Mulumbu, dió paso a un saque de esquina que, mal defendido por la defensa del Liverpool, permitió al central Gareth McAulaey (81') adelantar a los "Baggies", con un poderoso remate de cabeza.
Con el Liverpool angustiado, ni el debut del brasileño Coutinho fue un alivio para un conjunto sin juego, que aceptó un nuevo castigo en una arrancada del belga Romelu Lukaku, quien sentenció el triunfo visitante en el último minuto del partido.
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