Pescara le ganó de local en
el Adriático a Catania por 2 a 1, en el primer partido de la
decimoctava jornada de la Serie A, con este resultado, el Delfino se trepó momentáneamente al
decimocuarto escalón de la clasificación, que ocupa junto a
Sampdoria con 17 unidades, mientras que los sicilianos se quedaron con
25 puntos y por el momento siguen octavos.
El partido fue muy raro y sellado por los clamorosos errores de todos
los protagonistas, así como por la actitud de la visita, que jugó con
tanta displicencia que dejó casi la impresión de que no le importaba
nada perder o ganar este desafío.
Al principio lo mejor lo mostró Catania o, más bien, Pescara mostró
lo peor, puesto que le regaló tres balones que su rival aprovechó para
crear otras tantas chances de gol clarísimas, pero sin saberlas
aprovechar, culpa también de un poste que rechazó un buen remate rasante
de Castro.
El gol de los azulgrana parecía poder llegar de un momento para el
otro, en cambio al 23', a su primer ataque concreto, el anfitrión metió
el 1 a 0, cuando Weiss, por izquierda, se lo llevó de paseo a Legrottglei
y tocó al límite del área para Celik (23'), quien totalmente solo tuvo
el tiempo de apuntar y de colocarla a la derecha de Andujar.
La visita sufrió el golpe, pero paulatinamente retomó el control del
juego, que seguía lleno de errores por un lado y por el otro, a unos diez minutos del final de la
primera etapa, Catania aceleró nuevamente y encontró el empate con un
zurdazo precioso de Barrientos (36') desde el límite, quien recibió el pase
hacia atrás de Izco (autor de una buena jugada) y no le dejó chances al
portero rival.
En el complemento el guión no cambió, si bien los yerros técnicos y
tácticos fueron cada vez más, transformando por momento lo que debía ser
un espectáculo deportivo en una película cómica.
Perín y Andujar, lograron
salvar a sus equipos en más de una ocasión, hasta que, al último segundo
del encuentro, en una jugada de tiro libre para Pescara (una falta
totalmente regalada por Almirón a unos 25 metros desde el arco), el
portero argentino tiró todo al aire dejándose vencer por un disparo de
Togni (90') sin pretenciones, que fue débil y muy central, pasando a unos tres
metros desde el palo a media altura.
Increíble el error del arquero azulgrana, que no tiene ni
la excusa de un resbalón o de no haber visto salir el balón, en suma, realmente un regalo navideño de Catania a
Pescara, puesto que ahora el Delfino tiene excelentes chances de cerrar
el año en zona de permanencia.
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