Contra todo pronóstico, el Inter de Milán cayó por 1-0 ante el Parma (7º) en el penúltimo partido de la 14ª jornada de la Serie A
del fútbol italiano y quedó tercero de la tabla de clasificación que
lidera la "Juve", por debajo del Nápoles, nuevo escolta.
De esta manera, los nerazzurri perdieron otra buena ocasión para
arrimarse a la cima y, quedándose con 28 unidades, perdieron la segunda
plaza a daños de Nápoli y ahora comparten la tercera junto a Fiorentina,
mientras que los azul y oro se treparon al séptimo escalón de la
clasificación, que ocupan con 20 puntos.
En el primer tiempo la visita no estuvo mal, sin embargo, a pesar de estar bien parado en la cancha, Inter no
lograba mostrarse con peligro, chocando a menudo contra la solida
defensa local, mientras que al mismo tiempo concedió algo atrás,
sufriendo especialmente la velocidad de Biabiany, como cuando, al minuto
33, el francés se escapó por derecha y puso un gran centro para Amaurí,
quien cabeceó bien pero encontró la atenta respuesta de Handanovic.
La mejor chance de Inter llegó enseguida después del primer susto
sufrido, cuando en el desarrollo de un tiro de esquina Ranocchia hizo la
torre, Cambiasso desvió y Mirante tapó bárbaro, ayudado también por
Valdés, bien parado casi sobre la línea del arco.
En el complemento la visita mermó muchísimo sobre el plano físico y
así empezó a subir la iniciativa de su adversario, el intento de los
milaneses, en ese momento, era el de no conceder nada en defensa,
renunciando un poco al ataque para lograrlo.
Con el pasar de los minutos, Parma se mostró cada vez con mayor
peligro y al final, a la media hora de la segunda etapa, se puso en
ventaja con un golazo de Sansone (75'), quien condujo el balón por 50 metros,
llevándolo por el "carril del diez" desde su mitad de la cancha hasta
el límite del área rival, y definió esa tremenda percusión con un
derechazo rasante inatajable, al ángulo bajo a su izquierda.
En la ocasión, estuvieron muy mal casi todos los nerazzurri,
Cambiasso presionó demasiado alto y perdió la posición, Guarín no le cubrió las espaldas,
dejando un tremendo agujero en el medio y la defensa escapó toda para
atrás, sin que nadie saliera a cerrar, con Juan Jesús que lo siguió a
Amaurí a pesar de que ya lo estaba marcando Samuel.
Lo que más preocupó de Inter fue su incapacidad de reaccionar y de
crear peligros tras la desventaja, para mostrarse apenas con un disparo
desde afuera del recién entrado Coutinho, mientras que Parma construyó
otro par de buenas ocasiones con las que podía aumentar la ventaja,
legitimando así una victoria sin dudas merecida y justa.
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