Los hombres que dirige Joachim Low llegaban a Dublín con los ecos de las críticas recibidas en su país tras la eliminación en semifinales en la Eurocopa y, sobre todo, por la clara derrota en el reciente amistoso contra Argentina.
Dos goles de Marco Reus (32' y 40') en una primera parte dominada totalmente por Alemania actuaron como una válvula de escape para que en el segundo acto se sumasen a la fiesta Mesut Ozil (55'), quien marcó de penal, Miroslav Klose (58') y Toni Kross con otro doblete (61' y 83')
A pesar de contar con tres puntos tras la gris victoria frente a Kazajistán (1-2) el pasado mes, Irlanda no se ha recuperado aún de las derrotas sufridas en el torneo continental a manos de Italia, Croacia y, sobretodo, España. Ni de la pobre imagen que ofreció.
Ni
siquiera el gol de la honra, marcado en el minuto 92 por Andrew Keogh de
cabeza a la salida de un córner, levantó el ánimo de una hinchada local
que llenó prácticamente el Dublin Arena.Trapattoni colocó en punta al corpulento Jonathan Walters ante la baja por lesión de su capitán y máximo artillero, Robbie Keane, al tiempo pobló la media para tratar de parar al madridista Ozil, la mayor pesadilla "verde" durante el primer acto.
El problema es que Irlanda, presa del pánico, se echó atrás y entregó el balón al rival, mientras que cuando atacaba no era capaz de mantener el balón en una media donde Sami Kherida era el amo y señor.
Mientras, Alemania trataba con paciencia abrir brecha en una defensa local de circunstancias esta noche por las ausencias de los centrales Richard Dunne y Sean St. Ledger.
El desajuste defensivo quedó de manifiesto cuando el lateral John O'Shea, hoy central, se hizo un lío con el balón en el área y permitió el robo de Marco Reus, a quien se vió obligado a agarrar cuando encaraba ya a Kieren Westwood.
El árbitro, el italiano Nicola Rizzoli, negó a Alemania un claro penal y, encima, amonestó al atacante del Borussia Dormund por entender que se dejó caer aparatosamente.
Dos minutos después, el propio Reus quiso dejar claro que no estaba para bromas. Bastian Schweinsteiger colgó un centro inofensivo a la olla y Reus apareció para rematar y batir al meta irlandés.
Era la primera de las dos píldoras antidepresivas que Reus le administró a su equipo en este primer acto, ya que dos minutos después culminaba un contraataque lanzado por Ozil ajustando al palo izquierdo de Westwood una asistencia de Jerome Boateng.
Ozil transformó en el minuto 58 un penal provocado sobre Klose y el propio delantero teutón se encargó tres minutos después de anotar su gol número 65 con la elástica nacional, a tres de la marca del legendario Ger Muller.Kroos cerró lo que parecía iba a ser un "set" en blanco para los visitantes con dos zapatazos desde fuera del área, antes de que Keogh, ya con el tiempo cumplido, marcase el gol de la honra irlandesa.
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