ESPAÑA, AL RITMO DE PEDRO

España  cuajó un gran encuentro en la lejana Bielorrusia (0-4) gracias a los tres goles de Pedro Rodríguez  y al fútbol de David Silva, impecable durante los minutos que estuvo en el campo.
Mucho se habló en los días previos al partido de las alternativas de Vicente del Bosque para suplir las bajas en defensa, al final el seleccionador apostó por Sergio Busquets como acompañante de Sergio Ramos en el centro del zaga y por Cesc Fàbregas como jugador más adelantado. Poco importó. España cuajó una gran primera parte que solventó el choque y cualquier duda que pudiera surgir con el planteamiento.

Y todo porque España salió desde el primer minuto ante un rival agazapado atrás, sin balón e incapaz de dar dos pases seguidos, movió el balón a su antojo, ejerció un dominio casi aplastante y descolocó a los bielorrusos con la movilidad de sus jugadores ofensivos. Fue cuestión de tiempo que llegara el primer gol, marcado antes del cuarto de hora. Jordi Alba (12'), dueño de la banda izquierda, tiró una preciosa pared con Pedro Rodríguez y regateó al portero para marcar con su pierna mala, la derecha. Nueve minutos después, en el 21', España dio un paso más hacia el liderato con el segundo tanto, obra de Pedro tras un pase de cirujano de David Silva, que protagonizó un primer tiempo genial con visión de juego, detalles técnicos, movimientos precisos.
Un remate de Vitali Rodionov que Iker Casillas detuvo sin complicaciones fue el único acercamiento bielorruso en la primera parte. España no sufrió y continuó moviendo el esférico con sentido y velocidad, superando las líneas de presión y creando peligro. Ya en el segundo acto la campeona del mundo continuó su particular homenaje. Jordi Alba y Santiago Cazorla rozaron el tercero en los diez primeros minutos de la reanudación. El partido era cómodo, así que Del Bosque comenzó a mover sus fichas con la entrada de Andrés Iniesta por Silva.
En lo que restó de partido sólo hubo un protagonista: Pedro, que se reveló en Bielorrusia como un excelente definidor, el extremo añadió el tercero con un toque sutil (69') y el cuarto (72') con una inteligente maniobra. Todo en apenas tres minutos. Dos tantos que encarrilaron definitivamente el partido y que permiten a España ocupar la primera plaza del grupo gracias a la diferencia de goles. Ahora espera Francia, que también suma sus dos partidos por victorias.