El subcampeón de Europa, el Atlético de Madrid, se estrenó con derrota en el Grupo A en un
choque incómodo en el que el Olympiacos siempre fue por delante (3-2).
Es inusual que el conjunto rojiblanco, esta vez de amarillo, reciba
tres goles, más aún cuando dos de ellos llegaron en la primera media
hora y cuando cada uno de esos tantos fue facilitado por algún fallo
defensivo de una zaga de una firmeza incuestionable, como también es
poco frecuente tanta puntería del equipo griego, intenso y concreto en
ataque.
Esa fue la diferencia del partido, con un resultado
que aumenta las obligaciones del Atlético para el resto de jornadas del
grupo, con Juventus en el horizonte, el próximo 1° de octubre en el
Vicente Calderón, y con
tres puntos en juego necesarios para mantener
las máximas opciones de acceder a los octavos de final.
El
Atlético, en media hora, perdía 2-0. Una situación extraña, casi
desconocida, para el conjunto madrileño desde la llegada del argentino
Diego Simeone a su banquillo, allá por diciembre de 2011, los dos
primeros disparos del Olympiacos, los únicos del equipo local en todo el
primer tiempo, terminaron en gol.
Unas distracciones motivaron el tempranero gol del
Olympiacos, que se colocó por delante gracias a un
potente disparo del lateral izquierdo Arthur Masuaku (13') ante el que poco
pudo hacer Jan Oblak.
Con el marcador en contra el Atlético
aumentó las revoluciones, intentó abrir más a banda y Arda Turan comenzó
a dejarse ver, pese a ello la primera media hora fue muy incómoda para
los rojiblancos, que casi sin espacios sufrían para hacer daño al equipo
de Míchel. Tanto, que en una contra rápida muy bien conducida por
Alejandro Domínguez el balón le llegó a Ibrahim Afellay (31') para que el
holandés, solo ante Oblak, definiera cruzado y raso para doblar la
ventaja helena.
Pero un
centro perfecto de Cristian Ansaldi, uno de los hombres destacados del
partido, fue rematado con oficio por Mandzukic (38') para abrir de nuevo el
partido de cara al segundo tiempo.
El
Atlético puso más intensidad y subió unos metros su línea de presión.
Juanfran Torres daba un recital de penetraciones por la banda derecha y
el croata Mandzukic seguía batiéndose con los centrales griegos
mientras Simeone daba entrada a Antoine Griezmann por Gabi para dar más
mordiente a su equipo arriba.
A la hora de partido el francés entró en el área para recibir
un pase de Arda y pegarle con potencia directamente contra el portero
español, jugada que se repitió dos minutos después con los mismo
protagonistas y con idéntico resultado.
Para intentar igualar el partido en los últimos 20
minutos Simeone hizo debutar al italiano Cerci dándole entrada por Raúl
García, las acometidas del Olympiacos eran cada vez más esporádicas y
solo las actuaciones de Roberto mantenían la ventaja de los hombres de
Míchel en el marcador hasta que llegó el momento Kostas Mitroglou (73') recibió un balón en el área, se giró con un suave movimiento
del cuerpo y batió a Oblak entre las piernas para dejar el partido
prácticamente resuelto.
Ya fue prácticamente un golpe irrecuperable para el Atlético, doblegado
por la efectividad del Olympiacos, con un porcentaje de acierto en
ataque insuperable para el equipo madrileño, que nunca decayó en su
empeño del empate, al que se acercó con el 3-2 de Griezmann (86'),
pero que no evitó su primera derrota.
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