EL ATLÉTICO NO PIERDE PISADA

Granada no pudo con el cuadro colchonero y cayó de local por 0-2, las conclusiones son buenas pero con matices. Si el Atlético presiona como lo hizo (54 recuperaciones), si le vuelve a funcionar la estrategia, (segundo partido seguido en el que marca de córner), si se pone por delante y es capaz de no dar un paso atrás y su portería es inaccesible, el equipo rojiblanco está más cerca de su mejor versión, a la que es difícil vislumbrarle un techo claro. 
La primera mitad fue de dominio atlético, el equipo de Simeone salió sin paliativos a por el triunfo y lo hizo con los mecanismos de juego, ataque y defensa, perfectamente asimilados. Demasiado volcado quizás por la izquierda, donde el potencial ofensivo era apabullante. Filipe, Carrasco, se dejaban caer Koke y Griezmann, una pesadilla para el pobre Foulquier, que veía pasar por ahí aviones y recursos de lujo, regates, taconazos, filigranas. El primer acto se jugó básicamente a 30 metros de la portería de Andrés Fernández, dominio salpicado por algunas apariciones esporádicas de Success o El Arabi, poco peligro para un maniatado rival porque aunque el Granada disparó lo hizo siempre errado.
En el primer gol, centro al corazón del área con un rojiblanco arrastrando a todos los defensas detrás de él, para que Godin (20') apareciese de segunda línea, completamente libre de marca, para marcar su primer gol de la temporada, el primer tanto de un defensa en la presente campaña. Por cierto los dos pases de Koke, sus primeras asistencias de la temporada.
Seguía el asedio y a los 39' el Atlético cuajó la mejor jugada de la primera parte, que nació con una pisada y
pase de tacón de Koke, triangulación Carrasco y Filipe para que el brasileño se plantase a escasos cuatro metros de la línea de portería y en vez de romperla quisiese ponérsela, sin éxito, a Griezmann para que la empujase.
La segunda parte del choque transcurrió con el mismo guión. Nada más comenzar, de nuevo ataque por la izquierda en el que Carrasco dejaba solo a Filipe en el área, que esta vez sí que disparaba pero se marchaba alto. Acto seguido, en un saque de esquina, Godin se la quitaba de la cabeza a Torres cuando ya estaba dispuesto a embocarla pero claro, lo de siempre en esta temporada. 
A partir de ese momento, el partido se movió al son que el Atlético había dejado que sonase, es decir, abierto con opciones para los dos lados.
Hasta que por fin apareció el talento, el de Óliver Torres que se sacó un pase de pura magia y calidad para que Griezmann (76') la mandara a la escuadra más cercana. El extremeño le dio otro aire al equipo rojiblanco, demostrando que quizás la incógnita que tiene que desvelar Simeone sea colocando a Gabi en el puesto de Tiago, y a Koke y Óliver por delante de él, más asociativos. Quinto gol en cinco partidos de Griezmann.
Simeone reforzó aún más la idea con Thomas en el campo. Bien el ghanés de nuevo, un buen disparo suyo desde la frontal estuvo a punto de ser el 0-3 y luego tuvo una para empujarla, el africano es otro de esos jugadores que se merecerían más minutos.

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