AGÓNICO TRIUNFO DEL "ROJO" ANTE NUEVA CHICAGO

Independiente, con varios suplentes, le ganó sobre la hora a Nueva Chicago por 2-1, de local, en un partido por la 25ta. fecha del torneo de fútbol de Primera División, y sueña con clasificarse a la Liguilla Pre-Libertadores.
Los goles del equipo que dirige Mauricio Pellegrino, que hace 12 cotejos que no pierde (8 triunfos y 4
empates), los convirtieron el delantero Juan Lucero (13') y el volante uruguayo Cristian Rodríguez (91'); mientras que el tanto del conjunto de Mataderos, que sumó su cuarta derrota consecutiva, lo anotó Nicolás Giménez (26').
Independiente, con la victoria, llegó a 44 unidades; en tanto que Chicago, que está casi descendido, se quedó con 14 puntos. El equipo de Avellaneda, con un 4-2-2-2, asumió el protagonismo desde el inicio, manejó con criterio la pelota y llegó al gol, a los 13 minutos, por intermedio de Lucero, tras una buena jugada colectiva.
El 1-0 fue el corolario de un gran cuarto de hora inicial, con un muy buen rendimiento de Rodríguez, como conductor, más un aceptable juego asociado de sus compañeros. Chicago, con 4-3-3, tardó en acomodarse en la cancha, pero una vez que lo hizo complicó a un rival que dejó muchos espacios por las bandas, ya que tanto Matías Pisano como Rodríguez, los mediocampistas externos, carecen de marca.
Y así, a los 26 minutos, Giménez estableció el 1-1. Después el desarrollo del partido se hizo de ida y vuelta, con pocas llegadas de riesgo, aunque con una sana intención de ambos equipos por buscar el arco rival.
En el segundo tiempo, Pellegrino mandó a la cancha a Diego Vera por Lucas Albertengo (goleador por goleador) y a Jorge Pereyra Díaz por Jorge Ortíz (delantero por volante) para darle frescura al ataque del conjunto de Avellaneda.
Sin embargo fue Chicago el que tuvo la ocasión más clara, a los 27 minutos, en un mano a mano que Mauricio Carrasco desperdició ante Diego Matías Rodríguez.
Independiente, que no jugó bien en la segunda etapa, no se resignó y, a los 44 minutos, apareció el "Cebolla" Rodríguez, con un cabezazo, para darle el triunfo y afianzar su sueño copero.

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