AURICH NO PUEDE DE LOCAL CON TIGRES Y LE SIRVE LA CLASIFICACIÓN A RIVER

Tigres ratificó su supremacía en el Grupo 6 de la Copa Libertadores y con la tranquilidad de haber anticipado su cupo en octavos de final, le ganó 4-5 como visitante en un duelo electrizante al Juan Áurich, resultado que eliminó a los peruanos y clasificó al River Plate argentino.
La formación mexicana prevaleció con un desempeño superlativo del atacante Enrique Esqueda (11', 17' y 74'), autor de tres goles.
En un choque cargado de emociones y jugado a toda máquina, Esqueda marcó su triplete, los otros dos fueron de Dieter Villalpando (66'), golazo y Jorge Espiricueta (82'). Por el Áurich firmaron doblete el panameño Luis Tejada (42' y  pen. 51'), y el argentino Germán Pacheco (16' y 83').
Pese a presentar un once plagado de suplentes y tener asegurada su clasificación, Tigres se mostró atrevido y golpeó sin complejos, primero, Esqueda envió desde la izquierda un remate elevado que se clavó en la escuadra de la portería de Gallese, tres minutos después Pacheco empató con un libre directo cuya trayectoria se desvió en Esqueda. El equipo mexicano volvió a responder y Esqueda aprovechó una habilitación para sacarse de encima a Gallese y poner el desnivel, se repartieron, entonces, ambos equipos el control de las acciones frente a los arcos de Palos y Gallese, a poco del final, el panameño Tejada se impuso con potencia a su marcador antes de vencer al portero mexicano.
En el segundo tiempo, Áurich desató un vendaval y la remontada después de que Gallese neutralizara una descolgada de Zamora. En el contragolpe Vílchez fue derribado por un defensa, Tejada selló de penal el tercero de su equipo y el segundo personal, Áurich relajó sus intentos ofensivos, pero el Tigres incrementó sus ataques hasta que Villalpando empató con un soberbio remate que desató la locura en el Munomental de River que a esa hora ya goleaba y con el empate mexicano lograba lo impensado, a pesar de las críticas desmesuradas de algunos, por no decir todos, los medios argentinos, los peruanos sintieron el golpe y cedieron la iniciativa hasta que Esqueda desniveló de nuevo y selló el tercero de su cuenta personal.
Otro contragolpe dejó al Áurich con las manos vacías cuando Espiricueta ingresó en solitario y venció con un toque a media altura al portero Gallese. Los peruanos replicaron de inmediato, con una remate de Pacheco y aunque luego pugnaron con mucho amor propio, pero pocas ideas, la eliminación se tornó inminente y.... nada..... a llorar al rio..

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