El Barcelona recuperó el liderato al golear al Granada
(8º) por 6-0, con un triplete del brasileño Neymar (26', 45' y 66'), un doblete del
argentino Leo Messi (62' y 82') y un tanto del croata Ivan Rakitic (43'), en la sexta
jornada de la liga española.
Con este triunfo, el Barcelona quita el primer puesto al Valencia,
que juega el domingo en campo de la Real Sociedad, que se queda a tres
puntos y que solo podría recuperar el liderato marcando seis goles o más
al equipo vasco.
El conjunto catalán llegó con una ventaja de 3-0 al descanso, con los
tantos dos tantos de Neymar y uno de Rakitic. En la segunda mitad, Messi y Neymar completaron la goleada.
El brasileño, con sesis goles, y el argentino, con cinco, reducen
diferencias respecto al líder de la tabla de goleadores, el portugués
Cristiano Ronaldo, que marcó su décimo tanto en la victoria
del Real Madrid en campo del Villarreal (2-0).
El Granada se marchó con un saco de goles, aplastado por un Barcelona
que comenzando a bajas revoluciones y acabó por gustarse a sí mismo.
Para bien y para mal Luis Enrique quiere en su equipo
máxima exigencia, entrega, pelea, lucha y ambición. Y el 6-0 lo
mostró, Messi marcó el sexto redondeando una goleada para la tranquilidad.
Así respondió el equipo de Luis Enrique, puesto en duda el pasado
miércoles en Málaga y que utilizó al Granada para reafirmarse y eso que
le costó de entrada.
El Barça pareció
dormitar ante el nervio del Granada, que puso en guardia hasta en tres
ocasiones a la zaga culé, en la que sobresalió de forma especial
Mathieu, con una rapidez supersónica para evitar que el susto fuera algo
más.
La paz la devolvió Neymar, apoyado en la fortuna por cuanto recibió un
regalo de la defensa en un pase horizontal que aprovechó para marcar,
tras un remate que rebotó en Babín y acabó por despistar al desesperado
Roberto.
A falta de buen fútbol el Barça se calmó con el marcador, que pasó a ser
sentenciado en apenas dos minutos, cuando Messi primero lanzó un medido centro que Rakitic convirtió de cabeza y después
le dio un pase de la muerte a Munir, que rechazó Roberto para que
Neymar otra vez
marcase.
En dos minutos convirtió el Barça el triunfo en goleada antes del
descanso y el animoso Granada entregó todas las armas a partir de ahí.
Lo hizo porque la segunda mitad el equipo de Caparrós se vio superado en
todas las facetas y los de Luis Enrique se gustaron y gustaron a los
suyos.
Gustó el 400 de Messi por ser una jugada de tiralíneas, con un
desplazamiento largo y preciso de Xavi, un centro de primeras, perfecto,
de Alves y un cabezazo imparable del argentino. Un gol para
entrar en la historia y recuperar la alegría de la afición azulgrana, ya
sin disimulo que cuatro minutos después le ovacionó cuando
regaló el quinto de la tarde a Neymar.
Cerró la cuenta Leo ante el enfado del entrenador del Granada, que se
presentó con orden en el campo y se suicidió a base de unas pifias que
catapultaron a un Barça necesitado de recuperar sus mejores sensaciones.
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