Un agónico gol del joven Luka Zahovic (92') permitió al
Maribor esloveno rescatar un empate (1-1) ante un Sporting de Lisboa que
pagó su falta de efectividad en un encuentro en el que dispuso de
numerosas y claras ocasiones.
Un resultado que nadie podía
prever tras el buen arranque de partido del conjunto portugués, que
monopolizó el juego y las mejores ocasiones durante la primera media
hora de encuentro.
De hecho, el cuadro lisboeta pudo
adelantarse en el marcador con una doble
ocasión del peruano André
Carrillo, que primero se encontró con el
cuerpo del meta local Jasmin Handanovic y posteriormente con el
larguero.
Una situación que cambió de manera súbita apenas
cinco minutos más tarde, tras un error del lateral portugués
Cedric, que a punto estuvo de anotar en propia meta, tras una mala
cesión de cabeza al portero Rui Patricio.
Error que llenó
de dudas al Sporting de Lisboa, que pasó de claro dominador a quedar
totalmente a expensas de un Maribor, que convirtió en una ocasión de gol
cada aproximación del brasileño Tavares y el macedonio Agim Ibraimi.
No
obstante, quien más cerca estuvo del gol fue el central Aleksander
Rajcevic, que remató de cabeza al palo una falta lateral cobrada por Dare
Vrsic a los 43'.
El Sporting pronto volvió a mostrarse superior en el inicio del
segundo tiempo, con Handanovic evitando el gol de cabeza de Islam
Slimani tras una volea de Nani. El Maribor trató de darle la vuelta al
guión del choque, pero siempre dio la sensación de que la balanza iba a
caer del lado del Sporting, que dominaba y tenía las mejores ocasiones.
Los
portugueses continuaron ejerciendo una fuerte presión sofocando al
Maribor. Carlos Mané con un tiro desde lejos vio como el balón rebotó en
un defensa, llegándole así la pelota a Nani (80'), que con gran clase y desde
la derecha, marcó con la pierna izquierda con un tiro cruzado.
Este
tanto parecía el golpe definitivo. Mané pudo doblar la ventaja pero el
portero Handanovic hizo su mejor parada de la noche y entonces, el
Maribor aguardó hasta el minuto 92 cuando Naby Sarr y Jefferson
fallaron, por lo que el balón le llegó a Zahovic, de 18 años que no
perdonó.
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