El Levante
logrósu primera victoria de la temporada, al vencer por 0-1 en el
Estadio Nuevo Los Cármenes a un Granada que rompe su racha invicta.
El equipo levantinista estuvo más acertado y templó mejor sus nervios,
pese a la mala situación en que llegaba al duelo, en un partido igualado
y de muy poca calidad en el que los rojiblancos ofrecieron su peor cara
desde que comenzó la temporada.
Hubo muchas imprecisiones y
dificultad para atacar en estático por parte de ambos equipos en una
primera mitad que fue mala y aburrida, pese a que ambos conjuntos
gozaron de un par de buenas ocasiones para adelantarse en el marcador.
El colombiano Jhon Córdoba pudo marcar a los 4' en un buen
inicio de los locales, pero su chalaca no encontró portería.
Esta opción fue un espejismo y dio paso a minutos de aburrimiento, con los dos
conjuntos jugando con mucha lentitud y conservadurismo, por lo que la
siguiente llegada a meta no ocurrió hasta el ecuador del primer tiempo
con un disparo lejano de José Luis Morales que atajó bien Roberto.
El Granada mejoró con el paso de los minutos y empezó a asustar a
Jesús, primero con un gol bien anulado a Jhon Córdoba y después con una
clarísima ocasión del colombiano, que en franca posición para hacer gol
remató muy mal tras una gran jugada del francés Dimitri Foulquier.
El Levante también se estiró en los minutos previos al descanso de la
mano de Morales, el mejor con diferencia de la primera parte, que casi
marca en un disparo que no encontró ni rematador ni
portería y, poco después, con un remate en el primer palo que se fue
fuera por muy poco.
El equipo valenciano marcó su primer gol de
la temporada para adelantarse en Los Cármenes nada más empezar la
segunda mitad tras un jugadón de Rubén (46'), que dejó en el camino a todos
los rivales que se encontró a su paso y superó a Roberto con un tiro
cruzado desde fuera del área.
David Navarro pudo ampliar la
ventaja siete minutos después con un cabezazo a placer que salió muy
desviado, mientras que la respuesta local fue una acción del venezolano
Darwin Machís, que tampoco disparó bien en una posición dificil.
Con los cambios ya agotados por
parte del técnico Joaquín Caparrós, el Granada trató de volcarse sobre
el marco rival en la media hora final, aunque casi siempre hubo más
ganas y empuje que sensación real de peligro.
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