Independiente del Valle venció por 1-0 al
paraguayo Cerro Porteño en el compromiso de ida que disputaron
en la localidad andina de Sangolquí por la segunda fase de la
Copa Sudamericana.
Los negriazules del valle de Sangolquí, vecino a Quito, abrieron el marcador con el tanto de Arturo Mina (56'), quien
convirtió al propinar un cabezazo a un tiro libre cobrado por su
compañero Junior Sornoza desde la banda derecha.
Mina dejó su puesto de defensa para trepar con ocasión del tiro con
pelota quieta decretado por el árbitro luego
de una falta del visitante Víctor Marecos sobre Fernando Guerrero.
Los mediocampistas Óscar Romero y Rodolfo Gamarra dirigieron el
trabajo ofensivo del "Ciclón de barrio Obrero" con una serie de disparos
que asustaron al arquero Librado Ascona.
Poco pudo hacer José Ortigoza, el único ariete de Cerro Porteño, en
el compromiso escenificado en el estadio General Rumiñahui, al que
asistieron unas 2.000 personas. El delantero apenas probó suerte con un único disparo cruzado desde el costado derecho que se fue
de largo.
En el primer tiempo, Sornoza fue un fantasma que deambulaba por la cancha, mientras Guerrero y González cambiaban continuamente de posición por las bandas para generar sorpresas. González tiene 20 años y parece que su estructura es de acero, los rivales chocan contra él y no lo frenan, por ello, el equipo de Sangolquí decidió buscarlo continuamente, consciente de sus capacidades técnicas y su picardía. Antes del gol de Mina, Independiente gozó de pocas opciones, aunque Cerro Porteño fue el dueño del balón e incluso al final del primer tiempo hubo una sensación de injusticia en el marcador, pues los guaraníes fueron más punzantes y gozaron de tres opciones claras para definir. Por la derecha, el experimentado lateral Carlos Bonet fue un puñal que cortó la resistencia de Mario Pineida las veces que quiso, desde su sector se gestaron centros que no fueron aprovechados en su tiempo por Óscar Romero y José Ortigoza.
En el segundo tiempo, Sornoza mejoró y con él, crecieron las esperanzas del cuadro del Valle, el "10" de Independiente colocó el centro para el tanto de Mina y además mantuvo en permanente zozobra a la zaga visitante. Pero Independiente tras el gol optó por replegarse, por esperar atrás a su rival, dejándolo venir y dejando espacios para los rápidos contragolpes de González y Sornoza. Al final los Rayados se fueron de la cancha satisfechos y cumpliendo con la regla de oro de los torneos internacionales: ganar y no permitir goles del visitante.
La revancha entre Cerro Porteño e Independiente está prevista para el
23 de setiembre en Asunción, y el ganador de la llave enfrentará al
actual monarca de la Sudamericana, el argentino Lanús, en los octavos de
final.
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