El Auckland City coronó un enorme torneo en el Mundial de Clubes al vencer al Cruz Azul por penales (1-1 en el tiempo regular, 4-2 en la definición) y quedarse con el tercer puesto del torneo de la FIFA Marruecos 2014.
El público presente en el estadio ovacionó a los vencedores al grito de "¡Auckland City, Auckland City!", un reconocimiento maravilloso para un equipo que hizo historia para Nueva Zelanda y el fútbol de Oceanía.
Apenas al minuto los neozelandeses ya habían avisado a través de Emiliano Tade, otra vez incisivo como en
el resto del certamen. Él fue uno de los puntales de los "Blue Navy", que se fueron al descanso ganando.
Cruz Azul, que hizo varios cambios con respecto al equipo titular jugó ante el Real Madrid, tuvo un par de aproximaciones pero las más claras estuvieron del lado oceánico. 
José Corona le tapó un muy buen mano a mano a Tade pero no pudo hacer nada en la apertura del marcador. Tade cambió de frente de manera formidable de izquierda a derecha para Ryan de Vries (47'), que definió fuerte y alto.
Los mexicanos sintieron la necesidad de ir a buscar el empate y Luis Fernando Tena hizo ingresar a Christian Giménez. Manejó mejor la pelota el Cruz Azul y, tras un par de llegadas peligrosas, igualaron a la salida de un tiro de esquina gracias al remate del ecuatoriano Joao Rojas (57').  
El empate hizo que el partido creciera. Parecía que Auckland se desmoronaba pero emergió la figura de su portero. Spoonley salvó el partido, con una salida rápida de reflejos en un centro medido de Rojas a Fabian que disparó con calidad sin controlar el esférico. Y se lució ante sendos cabezazos de Giménez y Formica.
Pero el fútbol tenía el premio guardado al modesto, pudo ganar el partido en una contra veloz que culminó Payne con un disparo a la escuadra ante el que voló Corona. Y lo hizo de la forma más agónica, en la tanda de penales con un acierto indiscutible. Nueva Zelanda comienza a hablar de fútbol tras una gesta de un equipo que tuteó a los grandes.En los penales, el Auckland City fue más preciso y festejó como se merecía un logro importantísimo para un equipo semiprofesional.