En partido de la trigésima jornada de la Serie A, Udinese no logró
ganarle a Bologna de local, en el estadio Friuli, y tuvo que
conformarse con empate por 0 a 0.
La igualdad sin goles los deja a los albinegros aún novenos, ahora
con 42 unidades, mientras que le permite al club emiliano treparse al
doceavo escalón de la clasificación, que comparte con Sampdoria, ambos
con 36 puntos pero los dorianos con un partido menos (deben recuperar el
encuentro ante Inter de la pasada fecha).
El partido no fue muy emocionante pero sin dudas un triunfo local
hubiese sido un resultado más justo, puesta la producción de los dos
conjuntos a lo largo de los 90 minutos de juego.
En efecto, fueron los muchachos de Guidolín los que hicieron el gasto
y los que crearon las mejores chances de gol, quienes astillaron un
palo con un disparo de Allan, que encontró dos desviaciones antes de
terminar en el poste, y luego hicieron temblar el travesaño con un
disparo de Lazzarri que terminó en la parte alta de la horizontal.
Los locales no atacaban muchísimo, pero cuando lo hacían rozaban el
gol, mientras que Bologna, sin su jugador de mayor talento, Diamanti,
prácticamente nunca se vió en fase ofensiva.
En el complemento el guión no cambió por unos veinte minutos y, al
revés, Udinese parecía poderse mostrar con mayor peligrosidad en fase
ofensiva cuando, a la hora de juego, Muriel tomó el lugar de Maicosuel, el banco del colombiano, probablemente, influyó mucho en la esterilidad
ofensiva de los locales y, en efecto, seis minutos más tarde Pereyra se
ganó un penal.
Era la chance más clara para sumar tres puntos, pero Di Natale
traicionó desde el disco blanco, rematando muy central y entregándole a
Curci la posibilidad de atajar y de volverse en el hombre del partido.
El yerro desde los once pasos de su capitán apagó a todo el equipo y
así los friulanos dejaron de atacar con convicción, prácticamente
rindiéndose a un empate sin goles.
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